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«Ha costado mucho, pero por fin nos dan mascarillas». Así resume Susana Mínguez, portavoz del colectivo de celadores en Burgos, la situación vivida en el servicio de Urgencias del Hospital Universitario (HUBU), que tras meses de protestas y negociaciones, al fin han conseguido que ... los responsables del centro hospitalario les doten de los mismos equipos de protección individual con los que trabajan el resto de compañeros sanitarios.
En este sentido, subraya Mínguez, la decisión del Gobierno de incluir a los celadores dentro de los grupos de riesgo dentro de los hospitales ha sido «clave» para el cambio de rumbo. Sin embargo, puntualiza, a los responsables del HUBU «les ha costado algo más» cumplir con las exigencias del colectivo. «El de Burgos era uno de los pocos hospitales en los que aún había este problema», que se estaba registrando «desde marzo».
Básicamente, recuerda Mínguez, a los celadores que trabajan en el servicio de Urgencias no se les entregaban mascarillas FFP2 en las mismas condiciones que a los enfermeros o los médicos. Y eso a pesar de que asumen «los mismos riesgos». Todos los días entran decenas de personas en Urgencias con covid y nosotros les atendemos», subraya.
Así, después de mucho tiempo, días atrás se materializó una nueva reunión con el servicio de Prevención de Riesgos Laborales, a la que los celadores acudieron con un «informe de incidencias» con casuísticas concretas de varios días de trabajo. Y, en base a ese informe y «al trabajo del jefe de personal subalterno», los responsables del hospital han concedido al fin los equipos de protección solicitados.
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