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El 18 de noviembre Burgos amanecía subiendo otro escalón más en la escalera de las restricciones. El Ayuntamiento de la capital cerraba todas las instalaciones municipales y las luces no se encendieron aquella mañana en los centros cívicos, teatros ni bibliotecas.
Este cierre se sumaba ... al que ya había decretado la Junta de Castilla y León el 6 de noviembre para gimnasios, centros comerciales y hostelería. El coronavirus estaba causando estragos en el que finalmente se convirtió en el peor mes de la pandemia desde que en marzo comenzase esta crisis sanitaria. La incidencia acumulada de la capital se situaba el 18 de noviembre en 1.871 casos por 100.000 habitantes en 14 días. La más alta registrada hasta el momento.
Además, la situación en los hospitales era preocupante con 269 pacientes en planta y 43 en la UCI. Ese 18 de noviembre en el que las instalaciones municipales echaron la verja se notificaron 218 nuevos positivos y cuatro personas fallecieron a causa de la covid-19. Hace un mes, el número reproductivo básico instantáneo (las personas que cada paciente positivo contagiaba) era de 0,91.
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30 días después la situación parece haber mejorado, aunque la Junta de Castilla y León mantiene el nivel 4 de alerta para Burgos lo hace rebajando las medidas restrictivas impuestas en la capital y equiparando las que mantiene a las de la mayoría de capitales de provincia de la región.
A día de hoy, la incidencia acumulada a 14 días se sitúa en los 344 casos por 100.000 en la provincia y 426 en la capital y, aunque la incidencia acumulada de casos diagnosticados en 7 días sigue descendiendo (163 en la capital y 143 en la provincia), se ha ralentizado este descenso.
Además, en los datos ofrecidos en la jornada del jueves por la Junta de Castilla y León el número de nuevos contagios sitúa en 80 y se registraron tres nuevos fallecidos. Además, los hospitales mantienen a 144 pacientes hospitalizados en planta y 39 en la UCI.
Con esta mejoría, pero sin perder de vista la necesidad de extremar las precauciones, la hostelería vuelve a abrir el interior de sus locales, los centros comerciales podrán levantar las persianas y los gimnasios volverán a recibir a los deportistas que han tenido que ejercitarse en casa durante este largo mes.
Además, el Ayuntamiento levantó el cierre de las instalaciones municipales hace ya algunos días, por lo que desde el 18 de diciembre la nueva normalidad vuelve a asentarse en Burgos.
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