Burgos sigue en nivel de riesgo «muy alto» en vísperas de la Navidad

Casado ha asegurado que tienen «malas sensaciones» pues se está detectando «una ralentización en el descenso de contagio» en la región. Hay un cambio de tendencia y, en los próximos días, podrían subir los casos, algo que «no nos podemos permitir», ha apuntado la consejera. Esta tendencia ya se está viendo en otras comunidades autónomas, pero Casado no descarta que también se pueda vivir en Castilla y León, pues de hecho algunos territorios ya presentan una evolución en negativo.

De entrada, la responsable de Sanidad ha recordado que Burgos «sigue manteniendo un nivel de riesgo muy alto», pues su incidencia acumulada a catorce días se sitúa por encima de los 250 casos por 100.000 habitantes. En concreto, los últimos datos registrados en el portal de transparencia hablan de 344,3 casos por 100.000 habitantes, en una tendencia al descenso que, como bien indica Casado, se ha ralentizado. Aun así, la incidencia a siete días se encuentra en 143,15 casos, con un 64,58% de trazabilidad en los contagios.

Las cifras no tienen nada que ver con aquellos 1.356 casos por 100.000 habitantes a catorce días que se registraron el 18 de noviembre, el tope de la segunda ola en Burgos, pero Casado afirma que se están notando los efectos de la relajación de medidas y del puente de la Constitución. De ahí que pida prudencia a la población, sobre todo ahora que en la capital se levantan todas las restricciones extraordinarias impuestas, con apertura de hostelería, centros comerciales y gimnasios.

No obstante, la preocupación de la consejera está centrada no solo en Burgos provincia sino especialmente en Aranda de Duero, Miranda de Ebro, Ponferrada y Palencia, que están registrando un aumento de los casos. En la provincia palentina, por ejemplo, el riesgo también es muy alto, pues su incidencia acumulada está por encima de los 250 casos. Se encuentra en 407 casos por 100.000 habitantes a catorce días, pero es que va en aumento, como también lo demuestra el acumulado a siete días.

Situaciones similares se viven en Miranda y Aranda, sobre todo en la primera. En la capital del Ebro, la incidencia acumulada a catorce días se eleva a 394,1 casos, mientras que a siente días también se nota un aumento con 256,1 casos por 100.000 habitantes. En Aranda, cuando se ha registrado un ligero retroceso, la tendencia de los últimos días ha sido al aumento de los contagios, con 258 casos por 100.000 habitantes en catorce días, y 115 casos en siete días. De ahí que Casado haya recomendado a los vecinos de ambos municipios que extremen las medidas de prevención y «disminuyan al máximo posible la interacción social que no sea imprescindible».

Verónica Casado se muestra muy preocupada ante ese «claro cambio de tendencia en España», que se empieza a replicar en la región. Además, recuerda que la situación en los hospitales está lejos de encontrarse normalizada. En Burgos, por ejemplo, los hospitalizados covid son 144, entre los tres centros de la provincia, pero en la UCI hay 39 pacientes en estado crítico (y son 54 las camas ocupadas, entre pacientes covid y no covid, muy por encima de las 42 iniciales y de las 37 que tienen las tres UCI ordinarias).

Casado ha recordado que si no se baja la ocupación de la UCI y llega una tercera ola, es posible que se produzca un «colapso sanitario». Además, la situación en Miranda de Ebro es complicada. El brote en el Santiago Apóstol, detectado a finales de noviembre, ronda los sesenta afectados (entre personal sanitario, personal externo y pacientes). El propio hospital tiene 37 ingresos covid, muy cerca de los 39 que se registraron a finales de septiembre, la cifra más alta de toda la pandemia.

Un poco mejor se encuentran en Aranda de Duero. El Santos Reyes tiene 10 ingresos covid, son dos menos que este miércoles, pero a principios de mes eran cinco. Verónica Casado pide a la ciudadanía que no se relaje, ni pensando que baja la incidencia ni en la llegada de la vacuna, que todavía no se sabe cuándo se comenzará a administrar en España. Lo que está claro es que tendrá que estar al menos el 70% de la población vacunado para poder empezar a respirar, y eso tardará en llegar.