Los burgaleses no tendrán que volver a casa a las 20 horas en Semana Santa

De esta manera, los establecimientos no esenciales no tendrán que bajar la persiana a las 20:00 horas como se había planteado para estos días festivos y de vacaciones para muchos. A pesar de que Castilla y León ya tomó con anterioridad esta medida, y de haberse posicionado a favor de ella en el interterritorial de hoy, los comercios y establecimientos de hostelería continuarán abiertos hasta las 22:00, cuando comienza el toque de queda.

Tampoco tendrán los burgaleses que volver a casa a las 20:00 horas, una decisión que no ha llegado a estar realmente sobre la mesa del consejo, y que la provincia ya sufrió durante los picos más altos de la tercera ola tras la Navidad.

Sí se mantienen las decisiones tomadas por la Junta de Castilla y León que limitan las reuniones. Y es que, desde el 26 de marzo y hasta el 9 de abril, en Burgos y provincia las reuniones quedarán limitadas a un máximo de cuatro personas en espacios públicos, ya sean abiertos o cerrados salvo que se trate de convivientes. Además, las reuniones en espacios privados se limitarán únicamente a personas convivientes.

De esta medida quedan excluidas aquellas actividades que cuentan con un régimen preventivo y de control autorizado por la autoridad sanitaria, como puede ser el ámbito hostelero (que podrá seguir sirviendo a seis personas máximo por mesa en la terraza) o las actividades laborales e institucionales.

La región mantiene el cierre perimetral, que está actualmente en vigor, tanto para la entrada como la salida de personas, y el toque de queda continúa establecido entre las diez de la noche y las seis de la mañana.

Estas restricciones se sustentan en el nivel de riesgo alto en el que la provincia de Burgos se acerca a la Semana Santa. La incidencia acumulada de la covid, tanto a catorce como a siete días, según los parámetros que determina Sanidad, se encuentran por encima de la media de Castilla y León, donde el «semáforo» indica un riesgo medio.

La incidencia a 14 días se sitúa en Burgos en 179,78 por 100.000 habitantes, mientras que en el conjunto de la comunidad se encuentra en 109,31. A siete días la provincia registra 99,82 por 100.000 habitantes, muy por encima de la tasa de la región que está en 55,74.

El miedo a la cuarta ola ha restringido también las celebraciones religiosas de Semana Santa y, aunque se permitirá la celebración de actos religiosos, solo podrán llevarse a cabo en recintos acotados en los que las imágenes permanezcan estáticas y estableciendo por diferentes lugares la entrada y salida del público.

Tampoco se permitirán las muestras físicas de devoción o tradición (besos, contacto sobre imágenes o esculturas, etc., y en los templos burgaleses no se podrá superar el tercio del aforo. Además, se tendrá que garantizar la distancia mínima interpersonal de, al menos, 1,5 metros y el uso obligatorio de mascarilla.

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha advertido en la mañana del miércoles que el índice reproductor ha comenzado a crecer, en Burgos se sitúa ya en 1,09, por lo que recuerda que «la tendencia de bajada se ha detenido» y que es necesario «ser muy cautos» para evitar una cuarta ola provocada por la Semana Santa.