Los burgaleses responden con 7.153 equipos de protección individual a la solicitud de la Junta que se pondrá en contacto con grandes empresas

El llamamiento realizado ayer por el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha tenido una respuesta inmediata | En Burgos se entregaron 4.220 mascarillas, 2.500 guantes, 20 gafas y 413 buzos y monos

Lunes, 16 de marzo 2020, 10:55

La respuesta ha sido «impresionante». Apenas unas horas después de que el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, lanzara un llamamiento a empresas y particulares para que entregaran a la administración autonómica equipamientos médicos para garantizar el suministro al sistema sanitario, ... los burgaleses, al igual que el resto de los castellano y leoneses, respondieron a la llamada.

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Así, durante toda la jornada de ayer se recibió en la Delegación de la Junta en Burgos numeroso material, como mascarillas o guantes. Según explica el delegado territorial, Roberto Sáiz, buena parte del material fue entregado por ciudadanos particulares y pequeños empresarios, como dentistas y otras profesiones sociosanitarias. «La solidaridad ha sido espectacular», reconoce Sáiz al tiempo que recuerda que «seguimos abiertos a la llegada de nuevo material» durante el día de hoy.

En cifras, el material de protección individual que se recibió en la delegación territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos alcanzó las 4.220 mascarillas, los 2.500 guantes, las 20 gafas y los 413 buzos y monos. En cuanto a mascarillas, Burgos fue la segunda provincias que más material de este tipo donó a la Junta solo por detrás de Valladolid.

Eso sí, la intención, de cara a las próximas jornadas, pasa por «ponerse en contacto con grandes empresas» de manera «más normalizada» para intentar conseguir más suministros. «Su capacidad es muy superior» a la que pueden tener otras compañías, resume Sáiz.

Con todo, la Delegación Territorial ha abierto hoy sus puertas a medio gas. Y es que, más allá de los jefes de servicio y los responsables de las diferentes áreas, apenas hay movimiento en el edificio de la Glorieta Bilbao. «La gente está funcionando bien», pero «tenemos que adaptarnos a la situación», sobre todo durante estos primeros días de estado de alarma, reconoce Sáiz, quien recuerda que «no hay que alarmarse por la situación, pero tenemos que tomárnoslo en serio».

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