«Si nos hubieran vacunado hace unos meses, esta situación se hubiera evitado», recalca la responsable covid de la Escuela Infantil El Cucó de Burgos, Ana Benito. Y esa situación a la que hace referencia es un brote de 48 casos por covid que ... se originó a finales de abril en las aulas de la escuela tras el positivo de una trabajadora y que prácticamente ha paralizado la actividad del centro, donde actualmente solo hay una aula y media abierta.
Publicidad
Hasta la fecha, son 17 los menores afectados, todos ellos asintomáticos, así como seis trabajadores (ninguno ha precisado ingreso hospitalario), mientras que los 25 restantes son externos a El Cucó. «El rango de edad va desde 1 año hasta los 72, es decir que se han visto afectados los abuelos. Parece que nos achacan todos los positivos a la escuela de infantil, pero hay padres que no han cumplido con la cuarentena y por eso la cifra se ha disparado. De un caso concreto, por ejemplo, han salido otros diez. Al considerarnos el foco, todos los casos nos los atribuyen», incide Benito.
Todo empezó el 26 de abril, cuando un trabajadora avisó al centro de que su pareja había dado positivo por covid. Automáticamente se aisló, pero un día más tarde dio positivo en la prueba covid. «Hubo un problema de protocolo. Los rastreadores nos dijeron que no había que tomar más medidas porque la empleada portaba mascarilla FFP2 y que no había tenido contacto en las últimas 48 horas con nadie del centro», explica la responsable covid de la escuela infantil.
Noticia Relacionada
Patricia Carro
Con esas indicaciones, en El Cucó continuaron con la actividad, pero el 1 de mayo se confirmó el positivo de otra trabajadora. «A partir de ese momento, empezamos a confinar las clases», continúa Benito.
Ante el avance de los positivos y en un centro con 68 niños, la dirección solicitó a la Junta someter a los menores y a la plantilla a test de antígenos para frenar el brote. Eso sucedió el sábado 8 de mayo, cuando salieron todos los resultados negativos. «El último positivo fue el 11 de mayo, cuando un niño, que estaba en aislamiento, dio positivo en su segunda prueba. El pasado viernes, además, recibimos una carta de Sanidad en la que nos decían que todos los que no estaban en aislamiento en ese momento, tendrían que estar otros diez días en cuarentena», apostilla Benito, que lamenta la actitud de varios padres al esquivar ese aislamiento. «Tenemos constancia de que algún padre va al parque pirata del G-3. No han completado la cuarentena tras conocer en la primera prueba que habían dado negativo», añade.
Publicidad
El brote en El Cucó también ha salpicado a usuarios de colegios como Miguel Delibes, Santa María la Nueva, Maristas y Francisco de Vitoria, entre otros, al prestar la escuela el servicio de comedor. «Hay niños que eran usuarios únicamente del comedor. Y se ha aplicado el protocolo, con cuarentenas en los casos correspondientes. También se ha contactado con los centros escolares por temas de protocolo. Lo está controlando Atención Primaria. En principio, ninguna clase de los colegios se han tenido que cerrar por positivos de los alumnos que van al comedor de la guardería», explica el delegado de la Junta, Roberto Saiz, que considera el foco «muy importante, con un número alto de positivos y una población muy sensible».
Noticia Relacionada
Asimismo, la Junta contactó con los titulares del centro para que cumplieran el protocolo. «No hemos declarado el cierre porque no procede», solo se les indica cómo hay que actuar ante un positivo, qué es un contacto estrecho y qué protocolos deben cumplir. «No podemos cerrar el centro», añade Saiz, que continúa animando a que la población acuda a las convocatorias de vacunación.
Publicidad
«Está haciendo su efecto, pero no hay que olvidar que gran parte de la población todavía no tiene la vacuna y que las nuevas variantes, dicen los epidemiólogos, que se extienden más rápido». Asimismo, el delegado de la Junta pide precaución y colaboración absoluta para garantizar la trazabilidad de los casos: no ocultar contactos. «Hay que ser extremadamente sinceros en las declaraciones de contacto, porque la trazabilidad es importantísima».
Un número alto de casos en un brote no siempre es mala noticia, sino una muestra de una buena trazabilidad.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.