Atención Primaria, «colapsada» en Burgos, apuesta por gestionar la covid como un catarro estacional

La sexta ola de la covid-19 no abandona la provincia de Burgos y colapsa la Atención Primaria, así lo asegura Ángel Matía, médico de Atención Primaria en el centro de salud López Saiz de la capital burgalesa. La Consejería de Sanidad con Alejandro Vázquez al frente reconocen la sobrecarga de la Atención Primaria, que suma la covid al resto de dolencias. La consejería reconoce esta sobrecarga al contratar a tres empresas privadas para realizar cribados masivos con test de antígenos para detectar la enfermedad y quitar esta labor a los médicos de la Primaria.

Matía, que conoce bien la situación porque es su vida diaria, reconoce que la Atención Primaria de Burgos está soportando «mal» esta sexta ola, pero señala que así ocurrió también en las anteriores. Asegura este médico que la «Atención Primaria en Burgos está colapsada». Pero hay varias diferencias con las anteriores olas. Siempre se había hablado más de la situación hospitalaria, con Ómicron se ha empezado a mirar a la Primaria. «Entiendo que la preocupación de los gestores sea que no colapsen las UCIs porque decir a alguien que no hay capacidad es tremendo. Pero todo el sistema se ha enfocado a eso y hasta ahora nadie se ha puesto a pensar que tenemos colapsada la Primaria, que es la puerta de entrada a la sanidad», recalca.

Otro aspecto diferenciador con otras olas es la sintomatología. Matía asegura que lo que están viendo ahora en los pacientes con covid-19 son «catarros y cuadros pseudogripales, pero estamos actuando como en las primeras olas, y ya hay una sociedad científica de Atención Primaria que se ha posicionado al respecto». Para este médico, en la situación actual y teniendo en cuenta que todo puede variar, «gestionar la covid como un catarro estacional es, quizá, la forma en la que tenemos que hacer las cosas».

Recuerda que tenemos más de 600.000 bajas en España. «Habría que cambiar el chip porque tenemos a gente haciendo aislamiento por cuadros que son prácticamente banales. Sabemos que alguno se sigue complicando, pero a la gente se le ha olvidado que de gripe mueren en España todos los años unas 8.000 personas», ejemplifica. La campaña de la gripe se extiende en nuestro país durante los meses de diciembre y enero, principalmente.

Matía pone cifras al colapso de Atención Primaria en la provincia. Actualmente, lo habitual es que los médicos de Atención Primaria de Burgos atiendan a entre 60 y 70 pacientes de media al día. «Es una barbaridad la presión asistencial, no creo que haya ningún cupo que baje de 60», asegura. Lo que las sociedades científicas recomiendan, para pacientes y médico, en base a los estudios que se tienen en cuenta para organizar la sanidad es que cada profesional atienda a unos 30 pacientes por día, entre presencial, telefónica y a domicilio.

«Estamos en más del doble y hay quien lo triplica», lamenta este médico. «Esto se logra a costa de que los médicos de la provincia inviertan horas más allá de su jornada que no se remuneran y atendiendo más rápido a los pacientes, con las consecuencias que ello tiene», explica.

Eso sí, Matía alaba que la Consejería de Sanidad haya acordado implantar la prolongación de jornada. «Creemos que empezará esta semana, incentivar la prolongación de la jornada pagando esas horas que se hagan de más. Ya que tenemos tanta carga y se están metiendo igual, al menos que estén remuneradas», explica.

Este médico de un centro de salud de la capital asegura que la situación de su trabajo y sus compañeros es la misma que en marzo de 2020, cuando saltó la pandemia de la covid-19. «Esto es así porque no hay profesionales y no los ahí por las políticas de años atrás. En los últimos tres o cuatro años ha habido jubilaciones masivas y quedan algunos años igual. Pero ha habido falta de planificación, tanto en el ámbito estatal como en el regional. Esto se sabía desde hace 15 años y se advirtió y no se ha hecho nada», lamenta.

Por eso, ante la realidad de falta de profesionales, Matía no ve con malos ojos la solución de la consejería de incentivar el trabajo de más con la remuneración de las horas de más que se hagan. Pero sigue habiendo un problema, la gente se forma en Castilla y León y ahora ya no se va a otras comunidades, «se van a la sanidad privada o a otros países cercanos donde las condiciones no tienen nada que ver».

Varias voces de la Atención Primaria burgalesa y de Castilla y León han criticado la campaña de cribados masivos con test de antígenos a cargo de empresas privadas que ha puesto en marcha la Consejería de Sanidad. Vázquez lo defendió como un modo de aliviar la carga de la Primaria. Para Matía, «en un sistema con sanidad pública esto lo debería asumir personal público, con su incentivo y remuneración».

Para este médico, el problema de incluir a empresas privadas es que no tienen acceso a la historia clínica del paciente. «No pueden registrar el positivo. Lo pasarán a la Gerencia y, en un segundo paso, la Gerencia lo volcará, pero al final esto retrasa el proceso», apunta.

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