3.854 burgaleses han completado la vacunación, que se ralentiza mientras se aleja la inmunidad de rebaño

La Consejería de Sanidad tiene que reajustar, semana a semana, el programa de vacunación en al región, según ha reconocido Verónica Casado, para adaptarlo a la llegada de las vacunas, intentando garantizar en todo momento contar con dosis suficiente para completar los ciclos de vacunación ya iniciados. En Burgos, son 3.584 las personas que ya han recibido la segunda dosis, mientras que se han administrado 17.366, lo que supone el 82,4% del total de vacunas recibidas (21.060).

Ahora, ante el riesgo de una reducción drástica de las entregas, Sanidad ha decidido priorizar las segundas dosis de vacunas a fin de garantizar que los ya vacunados completan el ciclo. Casado confía en que lleguen las dosis necesarias para cumplir con los calendarios ya comprometidos, pero solicitará también al Gobierno central retrasar de 21 a 28 días el suministro de la segunda dosis para tener más margen y no ver comprometida la vacunación.

Eso sí, la situación actual en la que está inmersa la Unión Europa obliga a ralentizar el proceso de vacunación. «Vamos a ir más lentos de lo que quisiéramos, no vamos a paralizar sino a seguir y ajustar lo más posible para garantizar segunda dosis», ha remarcado, reconociendo además que a estas alturas habían previsto haber concluido ya la vacunación a los sanitarios y, por los retrasos, no han podido. Además, Casado avanza que el objetivo de alcanzar la inmunidad de rebaño en verano se está alejando.

«Si vamos a este ritmo no tendremos la inmunidad de rebaño que pensábamos antes de verano; si esto sigue así este objetivo imposible de cumplir», ha asegurado. De ahí que la Junta reclame más contundencia al Gobierno central y a la Unión Europea en sus negociaciones con las farmacéuticas para que cumplan lo comprometido. «Es inaceptable lo que está pasando», ha afirmado Igea. «Todo el mundo pelea por sus suministros y no puede ser que no haya reglas».

Además, el vicepresidente ha criticado que el Gobierno central obligase a las regiones a acelerar el proceso de vacunación, cuando algunos gobiernos autonómicos como el de Castilla y León estaba guardando viales para garantizar la segunda dosis. Se obligó tras asegurar que no habría problemas de suministros y, ahora, se está comprometiendo la campaña. De momento, no se paraliza pero si se ralentiza y, entre las opciones que se manejan, está retrasar la vacunación a personal sanitario y sociosanitario de primera línea que haya padecido el virus en los últimos tres meses, salvo que trabaje en residencia.