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Los profesionales de Correos desempeñan un trabajo esencial durante el estado de alarma. BC

«Tenemos que salir a la calle, tomamos todas las precauciones, pero el miedo no te lo quita nadie»

Mari Ángeles, cartero de Correos en Aranda de Duero ·

Los repartidores de Correos se han convertido en profesionales esenciales, ya que desempeñan uno de los trabajos de mayor riesgo después del personal sanitario durante el estado alarma desatado por el COVID-19.

Susana Gutiérrez

Aranda de Duero

Miércoles, 8 de abril 2020, 08:14

Tienen que salir a la calle, a diario, para llevar la correspondencia postal a hogares y empresas, extremando las precauciones, pero con el temor de saberse expuestos al virus. Los repartidores de Correos se han convertido en unos profesionales esenciales, ya que desempeñan uno de ... los trabajos de mayor riesgo después del personal sanitario durante el estado alarma desatado por el COVID-19. Primero con escaso material de protección, ahora ya con las pertinentes mascarillas, guantes y guardando las medidas de seguridad, realizan el pertinente reparto. Mari Ángeles es cartero en Aranda de Duero, donde realiza las labores de reparto en la zona centro y en algunos barrios de la localidad.

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«Guardamos todas las precauciones, pero el miedo de tener que salir a la calle no te lo quita nadie. Yo, por ejemplo, tengo a mi padre con 90 años en mi casa, eso es un riesgo. Debo tener muchos cuidados, llegar a casa, quitarme rápidamente todo que llevo, desinfectar…», explica esta trabajadora de Correos.

Detalla que, durante la crisis sanitaria, están trabajando diariamente la mitad de la plantilla, al principio con días alternos y ahora con un cuadrante laboral para garantizar las medidas de protección. «Ha bajado el número de repartos porque paquetería no llevamos, el correo universal sí, los periódicos desde este lunes y ahora nos han dicho que nos va a llegar algún envío especial con comida o medicación y esos sí que los tenemos que repartir», indica.

Al bajar el número de entregas, a pesar de contar con menos plantilla, no se amplía el nivel de trabajo en la calle, pero en la oficina, «sí que es verdad que tenemos más material para clasificar». En cualquier caso, Mari Ángeles lamenta que en los primeros días del estado de alarma sí que sufrieron la carencia de material de protección, «ahora ya tenemos guantes y mascarilla, además de toda la precaución, pero el miedo no te lo quita nadie».

En este sentido, recuerda que los repartidores de Correos son uno de los colectivos de mayor riesgo en esta situación, al estar en la calle y en contacto directo con material y gente. La empelada de Correos afirma que, de momento, «no hay ningún compañero aquí ni enfermo ni en aislamiento, en otras zonas sí, y han tenido que desinfectar oficinas».

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