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Un paso más cerca de España. Así se encuentra Rodrigo Hernando después de toda la odisea que lleva viviendo desde el 21 de diciembre para abandonar Irán. Este burgalés, entrenador de fútbol, ha conseguido ya saldar las dos deudas que le mantenían en Irán ... tras haber sido destituido el pasado día 21 de diciembre como parte del cuerpo técnico del Naft Masjed Soleyman de la Primera División iraní.
En la mañana de este sábado, primer día laborable de la semana en Irán, su antiguo club ha podido ya efectuar el pago de los impuestos a la hacienda iraní después de que el jueves Rodrigo Hernando consiguiera su código para poder pagar los impuestos. Sin embargo, al no encontrarse en la misma localidad donde debe validar ese pago, todavía deberá esperar para completar el proceso.
«Se ha pagado en una oficina local y mañana tengo que ir a la oficina central a que me confirmen que todo está bien», explica Rodrigo Hernando, que no quiere lanzar las campanas al vuelo todavía. Sabe que ya está muy cerca de poder hacer las maletas definitivamente para volver a España, pero confiesa que ha escuchado tantas veces «ya casi» en estas semanas que no termina de creérselo.
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Ahora, además de validad el pago, Rodrigo debe pasar por una oficina de inmigración para que le den «el ok» y que le faciliten «el visado de salida». «Parece que me queda poco, pero como eso me lo han dicho muchas veces en el proceso no puedo decir que enseguida voy a volver a casa, voy a ir paso a paso», confesaba.
La odisea de Rodrigo comenzó con la destitución del primer entrenador del Naft Masjed Soleyman, equipo de la Primera División iraní del que era segundo entrenador. «Al destituir al entrenador, su cuerpo técnico salimos también», explicaba Rodrigo a BURGOSconecta desde el hotel de Teherán en el que se hospedaba hasta este sábado.
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A partir de su destitución comienzó la aventura. «Yo llegué al país con un visado de trabajo el 24 de noviembre y se empezó el proceso para obtener la residencia al ser trabajador de una compañía, en este caso un equipo de fútbol. Cuando nos destituyen dejo de ser trabajador y se paraliza el proceso del visado de residencia y me dicen que a partir de ese momento se me trata como a un turista. El problema que tengo es que cuando me entero de eso ya han pasado más de 30 días de mi llegada al país y me encuentro en una situación irregular, porque como turista solo puedes estar 30 días», explica Rodrigo Hernando.
Para poder abandonar el país, a este burgalés le solicitaban dos cosas: «Que pague una multa cada día que se extienda mi estancia en el país más allá de esos 30 días como turista y que pague los impuestos como trabajador de los meses que he estado aquí».
Tras conseguir pagar la multa el pasado jueves 5 de enero, este sábado ha saldado la deuda con la hacienda iraní. La odisea para salir de Irán parece entrar en la última etapa para este burgalés.
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