Reforma de las pensiones: estos son los cambios a partir de abril

La reforma contempla subidas de bases máximas y de cotizaciones, subida de las pensiones mínimas y una doble vertiente para calcular la pensión, en la que se podrá elegir entre los últimos 25 años o 29 años cotizados.

Es decir, hasta 2040 podrá elegirse entre esta opción y los últimos 25 años, mientras que entre 2041 y 2014 se determina un periodo transitorio «para incrementar el número de bases de cotización a incluir en el cálculo de la base reguladora».

Las novedades más destacadas de la reforma de las pensiones son las siguientes:

El ncremento gradual de la base máxima permite homologar su nivel a los estándares europeos, al tiempo que amplía la masa salarial sujeta a cotización. El BOE especifica que esta subida lleva aparejada una subida de la pensión máxima sujeta a un decalaje temporal, que hace posible maximizar el refuerzo de ingresos en el momento en el que las tensiones para el sistema serán más fuertes por el aumento del número de pensionistas asociado al baby boom.

Esto quiere decir que las bases máximas de cotización subirán cada año acorde con el IPC más una cuantía fija de 1,2 puntos entre 2024 y 2050. Cada cinco años el Gobierno realizará una evaluación de la subida de las bases máximas y enviará un informe a la Comisión del Pacto de Toledo.

Esta reforma gravará «de forma gradual y moderada», según el BOE a la parte de la masa salarial que supera la base máxima de cotización.

El gravamen será del 1 % en el 2025 e irá aumentando 0,25 puntos cad año hasta alcanzar el 6 % en el año 2045: un 5 % a cargo de la empresa y el 1 % restante a cargo del trabajador.

El MEI pretende sustituir el mecanismo automático de recorte de la cuantía inicial de las pensiones, el factor de sostenibilidad, por un instrumento que, en lugar de condenar a los más jóvenes a pensiones más modestas, garantice que el sistema va a mantenerse en las próximas décadas a través de la recuperación del Fondo de Reserva.

Por tanto, el Gobierno establece que subirá hasta el 1,2 % en 2029: un 1% será a argo de la empresa y un 0,2 % a cargo del trabajador y se mantendrá en estas cifras de 2030 a 2050.

Eso sí, podrá aumentar la cuota si el gasto en pensiones se situara por encima del 15 % del PIB de España.

La reforma de las pensiones pretende garantizar que a partir de 2027 ninguna se quede por debajo del umbral de la pobreza. Para ello, la pensión mínima tendrá que ir subiendo entre 2024 y 2027 por encima del IPC.

El objetivo es que la pensión mínima de jubilación contributiva teniendo un cónyuge a cargo aumente un 22 % hasta el 2027.

Al igual que con la pensión mínima contributiva, esta irá creciendo también por encima de la revalorización de las pensiones con el objetivo de equipararse en 2027 con el 75 % del umbral de la pobreza.

La reforma de las pensiones recién aprobada en el Consejo de Ministros tiene más de una voz en contra, como la Autoridad Fiscal (Airef) o la patronal, que contemplan estas medidas como poco realistas para hacer frente al problema de sostenibilidad que atraviesa España en la última década. Y parece que tampoco convencen al Banco de España.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, admitía este lunes en El Norte de Castilla que cree que esta reforma no servirá para lograr la sostenibilidad ya que serán necesarios más ajustes como retrasar la edad de jubilación.

En este sentido, advierte de que «las medidas puestas encima de la mesa no serían suficientes para compensar el incremento del gasto público. En ese contexto, operaría un mecanismo automático y, si se demuestra que no es suficiente, habría que tomar nuevas medidas en el Parlamento o, de lo contrario, realizar un nuevo ajuste automático con cotizaciones».