El campo de la veterinaria abarca un abanico muy amplio de conocimiento que no solo se limita al tratamiento de pequeños animales o mascotas. Es la afirmación que defiende el veterinario Amancio Fisac Val, que lleva 11 años dedicándose a la profesión y que está ... al frente de la clínica Veterinea en Burgos. En este sentido, afirma que «los veterinarios cumplen un papel muy importante en la sociedad, pero hay mucho desconocimiento». Desde que estallara la crisis del coronavirus han sido muchos los países que cuentan con asesoramiento de estos profesionales en primera línea para gestionar la pandemia, es el caso de Alemania. Esto no es casual para Fisac que manifiesta: «los veterinarios están al frente de un montón de temas que implican la salud humana».
Por este motivo, lamenta que en España no se haya contado con la ayuda de estos profesionales para hacer frente a la covid-19 y, sobre todo, que haya «tanto desconocimiento sobre esta profesión en la sociedad». Fisac explica que «el veterinario está presente en las cadenas de alimentación, en la inspección de bares y restaurantes en materia alimentaria, en el control de epizootias, enfermedades de origen animal para que no acaben entre los humanos, en Sanidad, en Agricultura, etc. tiene un gran conocimiento de un montón de materias que permiten después aplicarlo a diversos sectores». Si bien es cierto que algunas comunidades autónomas solicitaron ayuda al Colegio de Veterinarios para contar con voluntarios auxiliares en laboratorios, en Burgos solo recibieron la solicitud de un inventario del equipamiento disponible, «como por ejemplo los respiradores», por si fuera necesario contar con este material en los hospitales de la provincia.
«Un veterinario está preparado para trabajar en el ámbito de las epidemias, porque no hay que olvidar que es un profesional sanitario»
«En otras comunidades sí se hizo un llamamiento a voluntarios veterinarios para colaborar activamente en laboratorios y para hacer diagnósticos por PCR. En Madrid fueron auxiliares para IFEMA, en León se hicieron pruebas en la Universidad», reconoce Fisac. Pero la ayuda que puede aportar un veterinario para asesorar en control de epidemias es mucho más amplia y este profesional burgalés argumenta que «cuando se hace una campaña de saneamiento ganadero se procesan miles de muestras para detectar una enfermedad en una población de ganado vacuno, por ejemplo».
Alude a términos que los ciudadanos de a pie apenas conocían hasta que la pandemia llegó a España.«Los conceptos de curva de transmisión, inmunidad de rebaño, todo esto es algo que los veterinarios llevamos en nuestra formación y sabemos establecer medidas de contención de enfermedades en grandes poblaciones de ganado. Un veterinario está preparado para trabajar en ese ámbito de epidemias, porque no hay que olvidar que es un profesional sanitario, aunque el desconocimiento lleve a veces a pensar que trata únicamente a animales domésticos», defiende.
Coronavirus en mascotas
La crisis del coronavirus está arrojando con el paso de las semanas más incógnitas que certezas y la información acerca de cómo se comporta este nuevo virus continúa siendo muy escasa. Una de las dudas que más se manifiesta a pie de calle es si las mascotas pueden ser vectores de contagio o si pueden desarrollar la enfermedad igual que los humanos. Para Fisac los titulares de prensa que se lanzan periódicamente sobre casos positivos en perros o gatos, pueden llevar a confusión: «es engañoso, porque la gata que murió esta semana en España por ejemplo, falleció por una patología cardíaca que provoca una muerte súbita», afirma.
«Ese gato estuvo en contacto con humanos que dieron positivo en covid y decidieron hacerle las pruebas, localizando virus en mucosa respiratoria y digestiva». Eso lo único que quiere decir es que el virus es capaz de vivir en ese ambiente, pero no quiere decir que sea capaz de replicarse lo suficiente para provocar síntomas clínicos en el gato, no le puede hacer enfermar de la patología como la conocemos en humanos, y tampoco quiere decir que se replique hasta el punto de que el gato sea infectante para otros gatos o para una persona», explica Fisac, que teme que la información sesgada o errónea pueda llevar al alarmismo.
«Que un gato presente covid en mucosas no quiere decir que desarrolle enfermedad ni que pueda transmitirla a otros gatos o a humanos»
Confiesa que muchos propietarios le trasladaron sus dudas acerca de si su mascota podía estar contagiada por coronavirus o contagiarlo a humanos. Una cuestión de la que no hay evidencias y respecto a la que los dueños de perros y gatos deben estar tranquilos. Eso sí, en el caso de que alguien presente síntomas o esté en aislamiento, Fisac recomienda aplicar las mismas medidas con los animales domésticos que con el resto de personas con las que convive, «por sentido común».
Un veterinario está habituado a tratar diferentes tipos de coronavirus en perros y gatos y, según manifiesta Fisac, no se comportan igual en las dos especies: «Estos coronavirus de gatos y perros no afectan a humanos, el problema de la covid-19 es que ha dado el salto interespecie, se cree que de un mamífero a un humano. Un virus realmente peligroso es aquel que puede convivir con la especie sin llegar a matarla y mientras ser infectante para otros pero los coronavirus entéricos de gatos y perros son específicos, no pueden saltar al humano ni entre ellos».
La dificultad de los primeros días
Cuando se decretó el estado de alarma, la clínica de Fisac se vio afectada igual que el resto de establecimientos de distintos sectores de Burgos. «Al principio nadie sabía nada, no sabíamos cómo actuar y en el Real Decreto no ponía nada claro sobre las clínicas veterinarias como establecimientos sanitarios», recuerda. Sin embargo, como profesión sanitaria pronto quedaron exentos de la obligatoriedad de cerrar aunque, por falta de equipos o de medios para garantizar la seguridad, algunos veterinarios tuvieron que cesar su actividad. No fue el caso de Veterinea, «nosotros hemos estado abiertos porque teníamos espacio en las instalaciones y porque disponíamos de material de protección».
Al tratarse de una clínica veterinaria, Fisac señala que trabajan diariamente con muchos patógenos, algo que les llevó «a aplicar la lógica de cómo pensábamos que se podía comportar un virus respiratorio y por eso implantamos el distanciamiento social desde el principio, aunque la gente no lo entendía». Suspendieron las acciones preventivas y no esenciales, pero mantuvieron las consultas de urgencia, enfermedades crónicas y las vacunaciones esenciales «porque esas también son un tema de salud pública», declara.
«Nos tocó hacer docencia, porque la gente no tiene conocimientos sobre qué es un virus y en qué se diferencia de la bacteria por ejemplo»
Ahora están recuperando «poco a poco» los servicios, pero siguen sin realizar acciones no esenciales e incluso han facilitado tratamientos de mascotas con patologías crónicas y propietarios de riesgo a domicilio. Como el resto de establecimientos abiertos al público, es imprescindible acudir con cita previa, mantener la distancia y, si es posible, protegerse con mascarilla. Todas las medidas de limpieza «siempre que vayan a mayores de lo obligatorio está bien hecho. Nosotros desinfectamos todo entre cliente y cliente, aplicamos toda la asepsia que se puede», declara.
Desde la experiencia en su clínica, reconoce que al principio «hubo mucho rechazo» a las normas de prevención, «nos tocó hacer docencia, porque la gente no tiene conocimientos sobre qué es un virus y en qué se diferencia de la bacteria por ejemplo. El veterinario a veces es la primera línea de consulta ante temas sanitarios con gente que tiene mascota y muchos propietarios nos preguntaban porque estaban preocupados», concluye.
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