Volantes por la paz en Ucrania

Por ese motivo, el centro escolar va a dedicar su II Torneo de Bádminton Solidario a las familias ucranianas residentes en Burgos. Se celebrará los días 22 y 23 de diciembre pero, como aperitivo, este jueves han lanzado un grito contra la guerra. Alumnos de 3º a 6º de Educación Primaria se han unido para formar la palabra 'Paz' en el polideportivo del centro.

Han estado ensayando estos días para que todo saliera perfecto y, en la hora del recreo, han dedicado unos minutos a pedir paz para Ucrania y a rechazar cualquier tipo de violencia. Luego, los volantes de bádminton han volado por los aires como vuelan las palomas blancas, símbolo de la paz y la inocencia. Y con un gran aplauso, los peques han vuelto a sus tareas diarias.

Víctor Mendiguchia, director del Blanca de Castilla, afirma que los niños están muy concienciados. Se ha hablado mucho de la guerra el año pasado, y se sigue hablando también este. Han tenido cuatro niños ucranianos escolarizados, aunque ya se han vuelto a sus países. Y ahora acaba de llegar otra niña, que se ha cambiado de centro docente en este curso.

De ahí que se hayan acordado de los niños ucranianos a la hora de celebrar su II Torneo de Bádminton Solidario. Llevará por título 'Volantes por la paz' y tendrá lugar los días 22 y 23 de diciembre. Está abierto a alumnos del Blanca de Castilla pero también de otros centros educativos, como lo está también la Escuela de Bádminton de la que puede presumir el colegio.

La inscripción cuesta 5 euros, que se utilizarán para comprar regalos a los niños ucranianos y ayudar a la Asociación Familias con Ucrania. La competición arrancará con los dobles de benjamín y alevín, el día 22 de 16:00 a 20:00. Y seguirá con infantil y cadete el día 23, de 10:00 a 14:00. Además, por la tarde del 22 visitará el cole Papá Noel y habrá una gran chocolatada (a las 18:00).

Juan Manuel Aparicio, coordinador de la Escuela de Bádminton, defiende que los deportes son una «herramienta para enseñar valores». Entre ellos, la solidaridad. Espera poder reunir a entre 80 y 100 chavales y, si es posible, que les pique el gusanillo del bádminton. La escuela deportiva tiene 44 niños, de 6 a 17 años, y una gran tradición.