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Medusas en una playa de España BC
Curiosidades científicas

Mitos, tipos y diferencias entre medusas y otros hidrozoos presentes en las playas de España

Ni pican, ni todos los seres gelatinosos que nos encontramos en el mar lo son, pero todos ellos cumplen una función dentro del ecosistema marino

Martes, 25 de julio 2023, 14:03

Las medusas son, tradicionalmente, uno de los grandes villanos del verano para cualquiera que se acerque a las playas a darse un chapuzón. Su mera presencia produce pánico y su 'picadura' supone un picazón y dolor temidos por todos afortunados que disfruten de sus vacaciones con un chapuzón en el mar. Pero, ¿pican realmente las medusas?

Pues no. Las medusas no pican. La divulgadora científica y directora de Espiciencia, Bárbara de Aymerich, explica que lo que estos hidrozoos -llamados así por estar compuesto en su mayoría por agua- poseen son unas células urticantes que tienen dentro una especie de pincho que se activa al tacto con otra superficie, como podría ser la piel.

Cuando esto se produce, la presión hace que se impulse y proyecte una especie de sustancia urticante y, en muchos casos, no se activa solo una de estas células, sino multitud de ellas, lo que produce las 'picaduras' de mayor tamaño. Además, están presentes en la medusa incluso después de su muerte y pueden quedar flotando en el agua.

Consejos para la 'picadura'

Existen diferentes versiones y consejos sobre cosas que se deben hacer 'si te pica' una medusa. Pero no todas ciertas. Una de las creencias más extendidas dice que es bueno orinarse encima de la zona afectada. «No es verdad porque así esa especie de veneno o sustancia se puede extender por la piel y puede ser contraproducente», explica Bárbara de Aymerich.

«Tampoco tiene sentido enterrarse en la arena», añade, aunque reconoce que «sí que es verdad que el estar dentro del agua tiene un efecto calmante por esa sensación de frescor que rebaja el calor o picazón». «Pero siempre lo mejor es acudir a los agentes sanitarios de la misma playa incluso para que nos echen un remedio o pomada que evite este dolor.», recomienda la científica.

Las medusas cada vez proliferan más en las costas de todo el mundo y pueden aparecer en distintos puntos ya que se mueven con las corrientes marinas y se dejan llevar. «Así aparecen en nuestra playas, sobretodo en el Mediterráneo, donde el agua es más cálida. Aunque también las hay en el Cantábrico y en el Atlántico», señala.

¿Pero por qué sucede este aumento de medusas en los mares? A esta pregunta, Bárbara de Aymerich aporta varios motivos. «Las condiciones de los mares están cambiando, la intervención antrópica (del hombre) es cada vez mayor y la temperatura del agua es cada vez mayor. También los ciclos y corrientes del agua están cambiando. Por otro lado, echar tanta basura al mar y otros restos orgánicos hace que se acelere la proliferación de zooplancton y citoplancton, del cual se alimentan las medusas. Así, al incrementarse su alimento, éstas también proliferan», destaca como principales causas de este fenómeno.

Parecidos razonables

Pero no todos los seres gelatinosos que aparecen en las playas son medusas. Por ejemplo, también hidrozoos, los álpidos son más bien con forma de cantimplora, y no tienen células urticantes. Viven en colonias de organismos todos iguales y forman grandes polindividuos y también se alimentan de zooplancton y citoplacton. Son comunes de los mares fríos y «ayudan a limpiar nuestros mares», asegura la científica.

Una de las más conocidas y temidas en las costas españolas es la carabelas portuguesa, que ha vuelto a las costas del norte. «Este organismo tampoco es una medusa, son cuatro individuos diferentes que viven en una especie de unión y forman como un 'equipo' en el que cada uno ejerce una función. Uno, el que está como inflado, facilita el flote sobre la superficie. El de los tentáculos es el que caza, otro de ellos es el que filtra el agua y el otro se encarga de la digestión del alimento», asevera Bárbara de Aymerich. «Estas sí son urticantes y bastantes peligrosas, hay que tener cuidado con ellas», advierte.

A la izquierda, medusa 'huevo frito', una de las más comunes en España y con baja peligrosidad urticante. A la derecha, carabela portuguesa, una de las más urticantes BC

Inofensivos e hidrozoos de igual manera, también se encuentran las medusas de pelos, de cortina, o de barba, que tampoco lo son. «Parecen una especie de gorros de ducha que tienen como filamentos. Esos 'pelillos' son cilios y es con lo que ellas se mueven. Estos organismos no tienen células urticante, son transparentes, más pequeñas que las medusas más comunes y son bioluminescentes», indica.

Sobre todas ellas, la divulgadora científica subraya que «es importante mantener la diversidad del ecosistema marino para evitar su sobrepoblación, por ejemplo, protegiendo y evitando la desaparición de sus depredadores naturales como son las tortugas o algunas aves acuáticas».

«El extraerlas de su medio tampoco es adecuado porque generaría un hueco ecológico que ellas rellenan ya que tienen animales que se alimentan de ellas y ellas se alimentan de otros animales dando continuidad a la cadena alimenticia», finaliza.

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