La ciencia, factor clave para la construcción

Y de eso saben un montón en el Laboratorio de Materiales de Construcción de la UBU, cuyos miembros llevan años trabajando de manera «puntera» en este campo, mostrando unos resultados sorprendetes, tal y como pudieron comprobar recientemente los alumnos de 'Espiciencia', según realta su directora, Bárbara de Aymerich.

En este sentido, los avances son constantes y ofrecen un abanico de posibilidades espectacular. Desde ladrillos «que respiran» y absorben partículas contaminantes, hasta hormigón aderezado con nanopartículas para facilitar la conducción eléctrica o vidrios diseñados para dejar pasar la luz y, a la vez, almacenar parte del espectro para generar energía eléctrica.

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Pero la investigación sobre materiales de construcción no se circunscribe únicamente a la creación de nuevos ladrillos o baldosas, sino también a la reutilización de materiales de desecho, algo fundamental para garantizar la sostenibilidad. Y, de nuevo, en este ámbito, las posibilidades son abrumadoras.

Así, mezclando desechos como vidrio, espuma de poliuretano o pizarra machacada se puede obtener yeso con diferentes propiedades, modificando su dureza, estabilidad térmica o capacidad aislante en función de las necesidades. Y aprovechado para ello materiales que iban a ser descartados.