Por qué cambiamos de año el 31 de diciembre

Se trata de una tradición, una convención social. Bárbara de Aymerich, directora de Espiciencia, lo explica de forma sencilla: «en el cielo no pasa absolutamente nada, no hay ningún cambio astronómico que nos diga cuándo empezar el año».

En el año 46 antes de Cristo, Julio césar instauró una forma de medir los años y lo hizo con la cantidad de días que pasaban hasta que la Tierra daba una vuelta entera al Sol y consideró que eran 365,25 días.

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A final del siglo XVI, el Papa Gregorio XIII instauró el nuevo calendario, el calendario gregoriano, que es el que tenemos ahora. El Papa Gregorio XIII ajustó unos minutos que se le habían escapado a Julio César. Establece el calendario que tenemos ahora de 365 días al año y 366 cuando es bisiesto, como es el 2024.

Todo esto lo explica Bárbara de Aymerich en este nuevo vídeo, como también aclara que hay otras formas de medir el tiempo como esa que depende de la longitud de la eclíptica, también está la forma anomalística o el año tropical medio.