Burgos lanza un grito feminista, por la paz y para que llegue a los jóvenes

«Mira, mamá, también hay chicos», decía una niña ilusionada a su madre según se acercaba con su pancarta a la calle Vitoria, por donde ya avanzaba la manifestación. Y en esos hombres y chicos hay mucha esperanza puesta para avanzar en la igualdad entre hombre y mujeres en nuestro país. Algo que preocupa seriamente a las instituciones y a la Coordinadora Feminista de Burgos, como ha reconocido Silvia Adrián, es que «muchos jóvenes niegan la violencia de género».

Los jóvenes varones son más machistas que los hombres de edad más avanzada y, en cambio, las mujeres jóvenes están mucho más implicadas con el feminismo. «Las estadísticas creo que no son buenas porque los jóvenes, mucho, niegan la violencia de género. Por supuesto que no estamos mejor», lamenta Adrián.

El grito feminista de Burgos va para los jóvenes, pero también para toda la sociedad. El feminismo no puede dejar atrás a ninguna mujer y el lema de esta año no ha olvidado las guerras. «Paz, mujer y abolicionismo. Por todas las atrocidades que se cometen contra las mujeres en todas las guerras y más ahora tal y como estamos viendo en Palestina y Ucrania. En todos los lugares, pero hemos visto más de cerca cómo están las mujeres palestinas: pariendo sin ningún tipo de asistencia médica, con cesáreas sin anestesia. Esto es algo que va en contra de los derechos humanos. Siempre tenemos presente la paz, pero este año con muchísimo más motivo», señala Silvia Adrián.

Los gritos son los de todos los años, porque el 8M todavía «no puede ser un día normal, nos gustaría, pero no lo es y, desde luego, todos los días deben ser 8 de marzo. Este año estamos igual que el anterior», lamentan desde la coordinadora.

El techo de cristal no se rompe, la falta de corresponsabilidad en las tareas del hogar es otra lacra que seguimos sin romper, los cuidados son responsabilidad de las mujeres... Son muchas las razones por las que hay que mantener el grito, así lo ha demostrado Burgos.

La última pata del lema es el abolicionismo de la prostitución. «Comprar el cuerpo de una mujer no puede estar permitido ni puede estar en una situación alegal. Evidentemente tiene que ser ilegal. Estamos en contra de la prostitución y, por supuesto, en contra de los puteros, ni qué decir tiene», sentencia Adrián.

El bloque transinclusivo ha partido la manifestación en la calle Laín Calvo, allí han leído su manifiesto y sus reivindicaciones. El resto de la manifestación de otros grupos ha seguido por la calle La Paloma.