Carmen de Burgos, la primera mujer corresponsal de guerra

La periodista es una figura representativa en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, 3 de mayo, por su lucha en vida. Una lucha que pervivió tras su fallecimiento, ya que la dictadura franquista hizo lo posible por borrar cualquier rastro de Carmen de Burgos.

Sin embargo, su polifacética trayectoria no se lo puso nada fácil. Más allá del ámbito periodístico, fue activista y una de las escritoras más importantes de la Edad de Plata de la literatura española. Destaca su ensayo 'La mujer moderna y sus derechos', la biblia del feminismo en España. También ha ejercido como docente, traductora y biógrafa según la Biblioteca Nacional de España.

La almeriense Carmen de Burgos nació en una familia acomodada el 10 de diciembre de 1867 y contrajo matrimonio con Arturo Álvarez y Bustos en la década de los ochenta. Su marido era un periodista local que heredó una imprenta en la que De Burgos trabajaría como cajista, es decir, componiendo las letras de los moldes.

Además de trabajar estudiaba magisterio, unos estudios que finalizó tras abandonar la imprenta y mudarse a la casa de sus padres por la insostenible situación familiar. Una vez titulada, aprobó las oposiciones como profesora en la Escuela Normal de Guadalajara en 1900.

Así, compaginaba la docencia con la publicación de artículos en revistas y periódicos de Madrid como La Correspondencia de España, El Globo y Madrid Cómico.

Su trayectoria profesional le permitió convertirse en la primera mujer con una columna fija en un periódico, concretamente en Diario Universal en 1903, que publicaría semanalmente bajo el título 'Lecturas para la mujer'.

Donde el director, Augusto Fernández, veía una oportunidad para deleitar con contenidos livianos al público femenino, Carmen de Burgos vio una oportunidad para introducir de forma progresiva reivindicaciones feministas.

Sin embargo, pronto desaparecería la sutileza. El ejemplo más representativo es una columna sobre el divorcio en base a la opinión de los lectores. Se trata de una publicación que ampliaría en el libro 'El divorcio en España', el cual causó revuelo entre los más conservadores que la apodarían como 'la divorciadora'.

Su inquietud y una beca le llevó a recorrer Europa. Mientras analizaba los sistemas educativos de otros países, conoció a las sufragistas británicas.

A su regreso emprendió la columna 'El voto de la mujer' en Heraldo de Madrid, que tuvo que abandonar por la presión social. También retrató la experiencia en 'Por Europa', su primer libro de viajes pero no el último.

Siempre compaginando su labor profesional con el activismo, prosiguió con reivindicaciones sociales, antibelicistas y feministas en la columna 'Femeninas' para Heraldo de Madrid. En este periódico haría historia como la primera mujer reportera de guerra al cubrir el conflicto de Marruecos. Toda una experiencia que recogió en más de cuarenta títulos.

Desde la publicación de su primera novela larga 'Los inadaptados' en 1909 cultivó este género. Totalmente integrada en el ambiente cultural y literario de Madrid fundó El Salón de Colombine, una tertulia en la que se reunían jóvenes promesas y escritores consolidados.

Así se produjo el acercamiento amoroso entre Carmen de Burgos y Ramón Gómez de la Serna, aunque nunca pudo divorciarse de su primer marido con el que ya estaba distanciada.

Sin embargo, para Carmen de Burgos las reivindicaciones feministas a través de la escritura fueron insuficientes, así que saltó a los mítines públicos. Incluso, se convirtió en la presidenta de la asociación Cruzada de Mujeres Españolas en los años 20 y lideró la primera manifestación sufragista en España el 30 de mayo de 1921.

Asimismo, abandonó el Partido Socialista Obrero Español cansada de la falta de unanimidad a la hora de reivindicar el derecho de voto femenino y unos años más tarde se afilió al Partido Republicano Radical Socialista.

A parte de velar por los derechos de las mujeres, fue una férrea defensora de la educación infantil y de los derechos de las personas homosexuales y de la comunidad judía. A partir de su interés por la masonería recibió el título de Venerable Maestra de la Logia de Adopción Amor tras fundar la asociación de masones 'Amor número 1' en 1930.

El 9 de octubre de 1932, un año después de la proclamación de la Segunda República, falleció a los 64 años durante una de sus conferencias acerca de la cultura sexual en Madrid.

Tras una vida dedicada al periodismo, a la literatura y a la defensa de los derechos de la mujer hasta el último momento, Carmen de Burgos llegó a presenciar la aplicación de algunas de sus reivindicaciones antes de morir, entre ellas la ley del divorcio y el derecho al voto femenino.

En la actualidad, la chispa que encendió persiste a través de la Fundación Carmen de Burgos Colombine, que vela por la integración social de todas la personas a la vez que honra la memoria de Carmen de Burgos.