Bebés y niños, ni un segundo solos en el coche

La probabilidad de sufrir un golpe de calor es mayor en verano, pero en invierno hay que tener cuidado. El frío incita a abrigar a los niños, a veces en exceso sin tener en cuenta que su temperatura corporal es igual o superior a la de un adulto.

El error de ponerle demasiada ropa de abrigo junto a dejarle solo en el interior del automóvil pone en riesgo su seguridad. Esto, sumado al encendido de la calefacción, puede aumentar la temperatura corporal del pequeño por encima de los 60 grados y, por consiguiente, provocarle un golpe de calor en invierno.

El calor durante el verano aumenta la temperatura del interior de los automóviles, que puede alcanzar hasta los 60 grados rápidamente, incluso con las ventanas bajadas. Como consecuencia, dejar a un menor en el coche en verano somete a su organismo a unas condiciones que pueden afectar a su actividad cerebral.

El riesgo de sufrir un golpe de calor aumenta de forma considerable cuando el cuerpo supera los 42 grados. Entonces, el sobrecalentamiento junto a la deshidratación puede ocasionar el fallecimiento del menor, ya que alteran el funcionamiento de los órganos.

Los síntomas son fatiga, debilidad, mareos, calambres musculares, intenso dolor de cabeza, respiración agitada y ritmo cardiaco muy rápido. Durante los viajes también es posible sufrir una insolación, por lo que es recomendable saber cómo evitar un golpe de calor en el coche.

Además, cuando la temperatura ambiente es de 45 grados, algunas partes del coche pueden alcanzar una los 70 grados. Es el caso de los asientos, el volante, el salpicadero y la palanca de cambios. Por tanto, la Asociación Española de Pediatría alerta del riesgo de quemaduras en los bebés al dejarlos solos en el coche.

Además de las frías temperaturas en invierno y las cálidas en verano, dejar a un bebé en el interior del coche sin la supervisión de un adulto supone dejarle al desamparo ante cualquier imprevisto. Por ejemplo, los atragantamientos con cuerpos extraños o el ahogamiento al vomitar que requieren de una atención prácticamente inmediata. Es poco frecuente, pero existen casos que confirman esta posibilidad.

Por su parte, los niños un poco más mayores tienen la fuerza necesaria para manipular algunos elementos del vehículo. Esto supone amenazas como desactivar el freno de mano o abrir los tiradores de las puertas, lo que puede desembocar en que se pille alguna parte del cuerpo o se pierdan al salir del coche. También pueden darse otros peligros tales como que roben el automóvil con el bebé dentro.

En el caso de observar a un menor solo en el interior del coche que está en riesgo de sufrir un golpe de calor, el primer paso es comprobar que reacciona a los estímulos. A continuación, hay que llamar al 112 y abrir el vehículo garantizando la seguridad del niño para sacarle. Por ejemplo, al romper la ventanilla alejada.

El hecho de poner en riesgo la salud y la seguridad de un bebé al dejarle solo en un coche está sancionado en España con penas de prisión, cuya duración varía en función del peligro que haya corrido el menor y de si los responsables han sido sus padres u otra persona. Estos son algunos de los aspectos a considerar para saber cómo llevar un bebé en el coche.