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La Tierra tiene alrededor de 4.540 millones de años. Durante ese tiempo, el planeta ha vivido distintos periodos, como la era Mesozoica, cuando vivieron los dinosaurios. Además, ha padecido cinco extinciones masivas que han hecho que la Tierra haya cambiado completamente. Sin embargo, aún quedan amenazas internas y externas a las que la humanidad quizás se tenga que enfrentar en un futuro no muy lejano.
Una de ellas son los asteroides o cometas, como explica Beatriz Varona, directora del Observatorio Astronómico de Cantabria. Estos elementos espaciales son, además, los favoritos de la astrónoma burgalesa. Señala que la investigación de dichos objetos es «bastante importante» y que «los tenemos que tener siempre vigilados por lo que pueda pasar».
Varona habla así de la defensa planetaria, esa rama de la investigación astronómica que estudia los fenómenos espaciales que amenazan a la Tierra y cómo pararlos a tiempo para que no la destrocen. «Estamos muy acostumbrados a ver películas catastrofistas de estas que llega un asteroide o un cometa e impacta en la Tierra y destruye gran parte de la Tierra y esto nos parece muy de ciencia ficción, pero no es algo de ciencia ficción, es algo que ya ha ocurrido varias veces a lo largo de la historia», defiende.
Se refiere así, por ejemplo, al asteroide de 10 kilómetros de diámetro que acabó con la vida de los dinosaurios hace millones de años. Varona señala que es importante investigar los asteroides, su trayectoria y su tamaño «por si acaso». Además, menciona la misión DART de la NASA, que lanzó un cohete para impactar contra el asteroide Dimorphos para probar si se podía desviar su trayectoria. Se comprobó que sí, por lo que esta solución podría aplicarse en un futuro.
The Double Asteroid Redirection Test (DART), @NASA's first #planetarydefense test mission, will impact an #asteroid to demonstrate a technique that could be used in the future to protect Earth from a potential impact. Learn more in this new @JHUAPL video! https://t.co/Yk6ic5ncyg pic.twitter.com/mbnYQIYNiX
— NASA Asteroid Watch (@AsteroidWatch) March 2, 2021
«Si somos capaces de ver un cometa o asteroide que se dirige hacia la Tierra con suficiente antelación podríamos utilizar este tiempo de margen para intentar desviarlo», sostiene. Pero si, por el contrario, se ve con poca antelación, hacer algo al respecto sería «complicado» y «prácticamente moriríamos todos», aunque este factor dependería del tamaño del meteorito. De ahí la insistencia de la astrónoma en la vigilancia de estos objetos, ya que con uno como el que acabó con los dinosaurios estaríamos «perdidos».
El Sol es la estrella alrededor de la que gira la Tierra, por eso los astrónomos lo tienen monitorizado las 24 horas del día y desde varios puntos del planeta, como el Observatorio Astronómico de Cantabria. Además, esta estrella también podría representar un peligro para la Tierra, ya que «a veces se producen tormentas solares o geomagnéticas».
Dynamic loops extend off the Sun a distance 10x the diameter of Earth in this extreme UV light view from @NASASun's observatory seen May 30-June 1. When the magnetic field lines get themselves tangled up enough, they can erupt with a solar storm. Info: https://t.co/9Qql7AIR45 pic.twitter.com/ZpXyoigRhA
— NASA (@NASA) June 10, 2018
Durante estos eventos, el Sol irradia materia y partículas cargadas que viajan hasta la Tierra y «pueden interactuar con los satélites o los sistemas de comunicación» que la rodean, como los GPS o los de telefonía, explica Varona. Por tanto, una tormenta fuerte podría dejar a prácticamente todo el planeta incomunicado.
La astrónoma burgalesa pone como ejemplo el efecto Carrington, una gran tormenta solar que ocurrió en 1859 y destruyó casi todas las estaciones de telégrafo de la Tierra. Si en la actualidad ocurriera una tormenta así «nos llegaría toda esa radiación solar», afirma Varona. Sin embargo, indica que estos eventos solares se pueden predecir «con un poco de antelación y muchas veces se utiliza ese tiempo para poner los satélites que orbitan el planeta a salvo.
Para ello, si los expertos prevén una tormenta solar muy intensa, pueden apagar los dispositivos electrónicos de los satélites o reorientarlos a otras zonas del planeta para que estén mejor protegidos. Todo con la intención de que «sufran el menor daño posible» y que la radiación no los estropee. Asimismo, la astrónoma defiende que «es importante tener monitorizado al Sol».
Sin embargo, Beatriz Varona nombra una tercera amenaza que se cierne sobre la Tierra y que es más importante que los asteroides o el Sol: el cambio climático acelerado por la humanidad.
Ante la pregunta de cuál de estas amenazas le asusta más, la astrónoma burgalesa no duda la respuesta: «Nosotros mismos, porque nos estamos cargando el planeta con las emisiones de gases de efecto invernadero».
Además, es crítica con los dirigentes que quitan hierro al asunto del cambio climático y no pretenden establecer medidas para frenarlo o dilatar sus efectos. «Se está tomando bastante a la ligera [el cambio climático]. Los gobiernos podrían intentar hacer algo, pero se lo están tomando bastante a cachondeo... Así nos va», señala.
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