El aumento de adictos al juego en la provincia satura la asociación burgalesa contra la ludopatía, algo insólito en sus más de 30 años de historia

El psicólogo Burgos ha impartido una conferencia en el Teatro Principal organizada por la Hermandad de Peñas y la Federación de Fajas, Blusas y Corpiños de Burgos. Burgos señala la necesidad de hacer llegar a la gente «la problemática que se está viviendo en este país y en todos sus barrios pero, sobre todo, en los más humildes, la ludopatía».

Todos hemos visto cómo proliferan las casas de juego y la facilidad de apostar y jugar a través de internet. La gente tiene fácil hacerse adicta al juego y la ludopatía es, además, «una problemática mal vista, por eso es necesario su tratamiento y visibilización. Por eso tratamos de hacer llegar a estas personas que estamos aquí trabajando para ayudarles», explica Burgos.

La asociación ABAJ, por sus siglas Asociación Burgalesa de Aburridos del Juego, lleva trabajando contra esta problemática más de 30 años en Burgos. La evidencia de que este problema es serio y global llega cuando Burgos confirma que están saturados porque las personas que llegan buscando ayuda a la asociación han aumentado «de manera exponencial y, especialmente, en el último año».

Aún así, la asociación atiende a todo aquel que llegue, «aunque estemos hasta arriba», confirma el psicólogo de la asociación. Burgos explica que lo único que necesitan son «ganas de trabajar» y las tienen de sobra. ABAJ es una asociación sin ánimo de lucro que solo busca ayudar a superar la ludopatía.

Burgos también quiere aportar optimismo frente a esta situación y para ello recurre al alto índice de rehabilitación. «La asociación lleva funcionando 30 años porque estamos luchando y el índice de rehabilitación está en torno al 85 y 90 por ciento, una vez que se está un mínimo de un año y medio sin jugar».

Burgos no quiere culpar «ni a gobiernos ni a empresarios de las casas de juego pero los datos están claros». A ABAJ están llegando, sobre todo, chicos jóvenes en edades entre los 18 y los 22 años, además, «son chicos que están muy enganchados», sentencia Burgos.

La ludopatía ha cambiado, ahora las máquinas tragaperras han perdido popularidad y las prefieren las personas más mayores. Estos jóvenes que llegan a ABAJ son chicos que juegan a la ruleta en establecimientos de juego, esos que están proliferando en las ciudades, y que hacen apuestas por internet, sobre todo deportivas, según explica el psicólogo.

Burgos tiene claro que «se debería hacer un cambio legislativo importante porque el juego no va a desaparecer. Se ha legalizado, como el alcohol o el tabaco pero el juego está superando las previsiones de personas afectadas. Alguien dijo en una ocasión que es la heroína de los años 80 y es cierto, solamente que ahora el número de usuarios y adictos es mucho mayor», lamenta.

Este psicólogo también explica que la ludopatía es una enfermedad en cuya base está el autoengaño. Sus consecuencias pueden destrozar toda una vida porque, como clarifica Burgos, «a través del juego también hay gente que busca acabar con su propia vida como última salida».

En España la ludopatía ya se está valorando como adicción sin sustancia desde el Departamento de Salud Mental, algo que Burgos considera clave porque, cuando un jugador está enganchado, presenta todas las características de una adicción. «Aquí un jugador no muere por sobredosis pero sí puede hacerlo por autolisis en un momento dado», apunta.

Burgos anima a los jóvenes adictos, a sus padres y a cualquier ludópata a acudir a la asociación ABAJ. Su página web es http://www.ludopatiaburgos.es/ y su teléfono: 627409707. «Quiero que llamen, les atenderemos y ayudaremos, que no tengan miedo, estamos para eso», asegura.