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Cuestión de dar con la tecla. Son varias las que ya ha pulsado el Hereda San Pablo Burgos esta campaña y aún no ha hallado la que sirva de revulsivo. Así que con el abismo asomando con el paso de las semanas, el club ... se enfrenta a la enésima revolución de plantilla para evitar (ya se puede decir) el descenso a LEB Oro.
Ese será el principal objetivo de los burgaleses para lo que resta de temporada, por mucho que en cuestión de días jueguen por alzarse con la Intercontinental. A ese partido llegará Paco Olmos como entrenador, después de que el banquillo devorase en cuestión de meses a Tabak y a Salva Maldonado.
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Olmos, después de su salida polémica de Breogán, es el elegido para que el navío del Hereda San Pablo no termine de estrellarse contra el iceberg del descenso. Para ello ya ha tomado sus primeras decisiones con los recientes cortes de Dalton y McGee. Justo antes de la llegada del nuevo técnico, el club le dio poderío en el juego interior con las contrataciones de Nnoko y Eddie.
Esta es la última revolución de pivots al pasar por esas posiciones jugadores como Zack, Braimoh y Dalton (apenas ha vestido la camiseta azulona dos meses) y que han buscado ya su futuro lejos de El Coliseum. Esas posiciones las ha cubierto la dirección deportiva con los ya mencionados Nnoko y Eddie, además de Gamble, fichado antes de que acabara el año.
Un cambio de plantilla que podría continuar en las próximas semanas si en lo económico se siguen haciendo esfuerzos por rescindir contratos. La duda la lanzó Paco Olmos el pasado domingo tras la derrota en Vitoria al dar menos de 7 minutos en pista a jugadores como Kravic, Salash, Kullamaee o Nikolic.
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