El San Pablo continúa sin encontrar el camino

Tras caer eliminado de la Basketball Champions League el pasado jueves, el conjunto azulón viajaba a Vitoria para intentar recuperar la sonrisa en la competición doméstica. Con Jarrell Eddie ya en el roster y la mente puesta únicamente en la Liga Endesa, el San Pablo saltó a la pista del Buesa Arena muy enchufado, con Renfroe muy activo en la creación y muy acertado en la anotación. La puntería desde la línea exterior de Dani Díez lanzó al equipo burgalés en los primeros compases (10-20), en los que fue netamente superior al Baskonia.

Sin embargo, poco tardó el conjunto vitoriano en meterse en el partido al ritmo de Costello, que recortó diferencias antes del final del primer cuarto (20-23), protagonizando un gran parcial para su equipo.

Esa dinámica se mantuvo en el arranque del segundo acto, que se abrió con un gran triple de Peters que ponía el empate en el electrónico (23-23). A partir de ese momento, y salvo un momento puntual, el Baskonia fue siempre por delante, con Costello, Granger y Fontecchio como estiletes

El San Pablo lo intentaba, a menudo a trompicones y con demasiados errores no forzados, pero conseguía mantenerse en partido gracias a la aportación de Benite y Eddie, que fue perdiendo protagonismo a medida que avanzaba el choque. Sin embargo, el Baskonia llevaba la iniciativa y conseguía cerrar el segundo acto cinco arriba (39-34) merced a tres postreros tiros libres concedidos de manera infantil por Nnoko.

Tras el paso por vestuarios, el guión del partido cambió poco. Todo el acierto que exhibió el San Pablo desde la línea exterior en los primeros compases se diluyó y los hombres de Paco Olmos se vieron lastrados por las pérdidas y los fallos de marcaje. Cierto es que el Baskonia tampoco estaba operando a su mejor nivel y que el cuadro burgalés se mantenía en partido gracias a los triples de Renfroe y Dani Díez (54-50), pero el conjunto vitoriano cerraba el cuarto de nuevo por delante en el marcador (56-52).

A la vista de lo acontecido hasta el momento, todo hacía indicar que el duelo se lo llevaría el equipo que menos errores cometiera en los compases finales. Y ese fue el Baskonia, que saltó de nuevo al parquet con las ideas más claras, tanto en defensa como en ataque.

Cierto es que Benite hacía la goma mediado el acto con un gran triple (63-60), pero la remontada fue una mera ilusión. Un triple de Granger y una canasta de Fontecchio a falta de dos minutos y medio dejaban el partido visto para sentencia (70-60). Sólo un arreón espectacular podría cambiar el signo del partido, pero la reacción del San Pablo no llegó y los hombres de Paco Olmos sufrieron una nueva derrota.