El umbral de alerta por calor varía hasta cuatro grados según la zona de Burgos

Las alertas sanitarias por elevadas temperaturas no se lanzan este verano por provincias, como había sido lo habitual. Se hará de una forma más precisa, selectiva, por regiones isoclimáticas, zonas de meteoalerta, territorios homogéneos en cuanto al comportamiento de la temperatura.

Para la provincia de Burgos se establece que son 34º los grados a partir de los cuales se activa alerta por altas temperaturas. Pero la extensión del territorio lleva a dividir la provincia en cinco regiones isoclimáticas que son Cordillera Cantábrica Burgos, Norte de Burgos, Condado de Treviño, Meseta de Burgos, Ibérica de Burgos.

Entre estas tres áreas existen diferencias de hasta cuatro grados para declarar la alerta por ola de calor. El estudio por el que se ha desarrollado este plan fija la temperatura máxima diaria a partir de la que aumenta la mortalidad de forma estadísticamente significativa, es decir, la temperatura umbral.

En la Cordillera Cantábrica Burgos es de 30,5 grados. En el Norte de Burgos es de 34,5 grados, en Condado de Treviño es de 33,3 grados, en la Meseta de Burgos es de 34 grados y en la Ibérica de Burgos se ha establecido en 32,2 grados.

Desde el 16 de mayo está activo el Plan nacional de actuaciones preventivas por altas temperaturas. Un plan diseñado y activado por el Ministerio de Sanidad y que se mantendrá vigente hasta el 30 de septiembre, aunque se puede alargar en función de las previsiones meteorológicas.

El Sistema de Monitorización de Mortalidad diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III atribuye 35 muertes debido a olas de calor entre los meses de junio, julio, agosto y septiembre de 2023 en la provincia.

Su objetivo es prevenir y reducir los efectos negativos del calor sobre la salud, especialmente en los grupos más vulnerables, como personas mayores, mujeres embarazadas, niños y enfermos crónicos.

La novedad que incluye el plan este año es que cambia la forma en la que se declaran las olas de calor en España. Busca así establecer un modelo mejor, más acorde al territorio y sus habitantes. No son los mismo 35 grados en Aranda de Duero que en la zona norte de Burgos, donde el clima es más húmedo, por ejemplo.

Así, las olas de calor ya no se van a declarar por provincias. Estos territorios se consideran ya muy amplios e imprecisos en cuanto a datos científicos. Por eso, este plan introduce una novedad, la zona meteoalerta, como nivel territorial de referencia para los avisos de calor extremo.

A nivel provincial se considera que en Burgos el umbral de temperatura máxima de impacto en la salud es de 34º. Pero el observatorio de referencia de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para este caso es el de Villafría. La provincia de Burgos es muy extensa, por lo que estos 34 grados quedan desajustados para zonas más alejadas de la capital.

Así, Burgos se ha dividido en cinco zonas de meteoalerta que son la Cordillera Cantábrica de Burgos, el Norte de Burgos, Condado de Treviño, Meseta de Burgos y la Ibérica de Burgos. Estos territorios son los que la Aemet usa como nivel territorial para los avisos de calor extremo. Desde el 3 de junio estarán disponibles los avisos por calor extremo, aunque en Burgos todavía no se han superado desde esa fecha.

Este cálculo se ha realizado por el Grupo de Investigación en Cambio Climático Salud y Medio Ambiente Urbano, del Instituto de Salud Carlos III. El estudio señala que, en una misma provincia, como Burgos, la mortalidad por ola de calor depende de la temperatura, pero también de la orografía, la edad, sus condiciones socioeconómicas. Por eso se han creado esas zonas más pequeñas para declarar las alertas, zonas isoclimáticas determinadas por la Aemet para sus predicciones meteorológicas porque tienen microclimas semejantes.

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