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Una operación «rápida, compleja y efectiva». Así ha definido el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, la operación policial montada esta pasada madrugada para la detención de un policía fugado de La Coruña con un arma robada y que ha acabado con la muerte de este, ... tras sendos tiroteos en Tardajos y Villagonzalo Pedernales.
En declaraciones a Europa Press, De la Fuente confima que «ha habido un serio riesgo para la vida de los agentes» movilizados, dos coches patrulla de Policía Nacional y otros dos de Guardia Civil, en los que ha quedado la evidencia de los tiroteos. En concreto, los vehículos de la Benemérita presentan cinco impactos de bala.
El agente abatido en la gasolinera de Villagonzalo Pedernales, que se encontraba de baja psicológica y con el arma retirada, además de bajo investigación por Asuntos Internos por su presunta implicación en un caso de narcotráfico, robó un arma reglamentaria de las taquillas de la comisaría de Lonzas, en la que estaba destinada.
Lo hizo este martes, después de que se pasara por la misma para completar el papelo por el que pasaba a segunda actividad por insuficiencia de aptitudes psicofísicas. Intentó forzar varias taquillas hasta que, finalmente, abrió una de ellas y extrajo la pistola de un compañero, huyendo de la comisaría.
En cuanto se detectó el robo, el Ministerio del Interior activó los operativos de Policía Nacional y Guardia Civil para su localización y detención. De la Fuente ha explicado que, a través de las cámaras de tráfico, se le consiguió localizar cerca de Burgos, por lo que se movilizó a agentes de la Comandancia y la Comisaría de la capital.
Se le dio el alto a la altura de Tardajos, donde tuvo lugar el primer tiroteo, pues el agente en lugar de atender a las indicaciones de los compañeros, abrió fuego contra ellos. Luego huyó y en Villagonzalo Pedernales tuvo lugar el segundo de los tiroteos, que resultó mortal. El policía recibió al menos tres disparos: en el tobillo, la pierna y el pecho.
«Hubo muchos disparos y se producen además tirando al hombre», ha indicado a Europa Press el subdelegado, lo que convierte la operación en una especialmente complicada. Así lo admiten también fuentes policiales, que recuerdan que nunca se sabe cómo puede acabar un dispositivo de estas características, en referencia a los agentes movilizados.
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En este caso, ninguno de los guardias civiles o policías nacionales de Burgos que participaron en el operativo de detención ha resultado herido. «Me congratulo de que no ha habido que lamentar ningún herido», ha aseverado Pedro de la Fuente, al mismo tiempo que lamenta la muerte del policía nacional, que no deja de ser la «pérdida de una vida».
Por otra parte, el subdelegado del Gobierno en Burgos ha confirmado la información de la que ya se disponía desde primera hora de la mañana y que apuntaba a que el agente abatido estaría implicado en un caso de narcotráfico. Además de la investigación de Asuntos Internos, fue detenido el pasado mes en una operación antidroga en Ferrol.
«Todo se ha precipitado debido a que ya había sido detenido y los últimos compases no auguraban nada bueno para su futuro cercano». El agente fallecido era natural de Telde (Las Palmas), tenía 46 años y estaba destinado en la Comisaría de Lonzas, Coruña. Formaba parte de la escala básica de la Policía Nacional.
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