El supuesto obispo de las exmonjas de Belorado ya forma a seminaristas en el convento

El supuesto obispo brasileño, guia espiritual de las monjas excomulgadas de Belorado e instalado con ellas en la villa de Burgos, cuenta ya con al menos un alumno que desea instruirse en la doctrina cismática anterior al Concilio Vaticano II. Y lo está haciendo en el Seminario San José, la obra del presunto obispo brasileño Rodrigo Henrique Da Silva Ribeiro en la Bretonera.

Se trata de Paulo Roberto Calvacante Junior, un joven que se define en su muro de Facebook como contra-revolucionario y carlista y aferrado al sedevacantismo. Dice ser natural del Sao Paulo y vivir en Belorado, al abrigo de las bretoneras y del supuesto obispo de las exclarisas.

El citado seminarista ha publicado en 'milanuncios' la venta de cuatro ejemplares de 1957 por la nada desdeñable cantidad de mil euros. Lo hace, dice, para pagarse la sotana, que asegura «es imprescindible». Asegura que este año se encuentro «ante la necesidad de adquirir nuevos materiales de estudio, libros y ropa, como la sotana, que son esenciales para el cumplimiento de mis deberes en el seminario».

Para ello ha abierto dos cuentas físicas, una en Estados Unidos y otra en Bélgica; y otra de PayPal. Apela a la «generosidad, la cual, a través de vuestras donaciones, me puede ayudar a cubrir estos gastos y a continuar con firmeza mi trayecto vocacional», dice.

Desde el mes de noviembre del año pasado, Calvacante también ofrece un e-book para el que ofrece descuentos con cupones porque el libro electrónico sale por un pico, 20,80 euros. Se trata de una guía completa de la liturgia tradicional del que el propio autor dice que es «un tesoro de tradición para el clero y los fieles».

A los miembros de la Sociedad de San José les corre prisa además ordenar más seminaristas. Los meses de febrero y marzo Da Silva Ribeiro estará de visita pastoral en Brasil y a alguien tiene que dejar al mando del convento para que las Bretoneras tengan sus singulares sacramentos.

La Sociedad Sacerdotal de San José quiere que esa visita pastoral la paguen los fieles. Aseguran que están «organizando una serie de actividades y eventos que requieren esfuerzos conjuntos y recursos materiales». Entre las acciones se encuentran las celebraciones litúrgicas, reuniones comunitarias y momentos de formación en diversas capillas y regiones, encuentro y retiro del clero y visitas a sus nuevas misiones y los nuevos sacerdotes que conforman la Sociedad.

Cabe recordar que Da Silva Ribeiro iniciaba una campaña de recaudación de dinero a través de GoFundMe, una plataforma para recaudar fondos por internet. Lo hacía con la intención de adquirir una propiedad situada a 20 kilómetrosen coche de la ciudad de Burgos. Se ubica a 1,5 kilómetros al norte del pueblo de Villandiego, pedanía de Sasamón. Junto a la carretera que une Villandiego con Olmillos de Sasamón se encuentra el despoblado de Grajera, allí se encuentra ahora esta finca que fue una granja particular con iglesia denominada La Rosaleda de San Nicolás, el mismo nombre que recibe la ermita.

Para ello, con la recaudación de donaciones a través de internet,busca conseguir 194.000 euros para comprar esta finca abandonada en la provincia de Burgos.

Más allá de las idas y venidas del supuesto obispo Da Silva y su ayudante Calvacante, en Belorado se habla -se sabe y así lo dicen- que hay personas del pueblo vinculadas al convento, como así se ha confirmado, que acuden a diario a cuidar a las monjas más mayores que aún son clarisas y que cuentan con edades entre los 90 y los 100 años.

«Hay personas que entran al convento para su cuidado y aseo» mientras esperan que otras religiosas de Aránzazu, la federación madre en el norte de España, pueda acceder en algún momento para el cuidado de las mayores.

Estas hermanas mayores están al margen del terremoto religioso que estalló en Belorado con la publicación del manifiesto de ruptura con Roma. Y, como es lógico, tampoco están entre las excomulgadas y expulsadas de la orden de clarisas.

Son las legítimas poseedoras del bien que es el convento de la Bretonera, Orduña y Derio. Como tal constituyen la congregación de clarisas, no fueron excomulgadas como las más jóvenes y mantienen la comunión con el Papa Francisco y con el orden episcopal representado en el arzobispo de Burgos, Mario Iceta.

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