Sedano, la Demanda y los montes Obarenes, zonas de Burgos con más presencia de víboras

A finales de este mes de mayo de 2022 se localizó una víbora en la zona de Fuentes Blancas de Burgos. No es la primera vez que en la capital burgalesa se localiza una víbora, aunque lo más habitual es toparse con estas serpientes en las zonas más periféricas de Burgos.

Prefieren las zonas áridas y rocosas, pero hay factores que propician su acercamiento a zonas urbanizadas. La preferencia de estas culebras en la provincia de Burgos está lejos de la capital, según confirman desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Aunque en zonas de maleza pueden estar cerca de la ciudad de Burgos, lo habitual en la provincia es encontrarse víboras en el norte de Burgos.

Por regiones, destaca la presencia de víboras en la zona de Sedano, en las sierras comprendidas entre la Demanda y Urbión (entre las provincias de Burgos y Soria), también son habituales en los montes Obarenes. Fuera de la provincia, abundan las víboras en el Pirineo centro-occidental, entre el valle de Hecho y el Parque Nacional de Ordesa (Huesca).

Pero hay una especie de víbora, la hocicuda, que se encuentra más repartida por el territorio provincial. La abundancia de avistamientos en provincias bien prospectadas como Burgos y Soria hace suponer que su distribución es más amplía que lo que se tiene constancia. Esta víbora hocicuda, además, no es exclusiva de zonas montañosas, simplemente está limitada a las zonas burgalesas con menor presencia humana.

En la provincia de Burgos, además, hay competencia entre dos especies de víboras, la hocicuda y la áspid (que es la localizada en Fuentes Blancas).

Las víboras son especies que hibernan, por lo que en las épocas frías no constituyen problema en la provincia de Burgos. Es cuando salen de su letargo, a finales de la primavera y a comienzos del verano, cuando empiezan a verse y aparearse. Los partos tienen lugar a finales del verano, aunque no tienen por qué reproducirse todos los años.

Y es en esta época cuando han comenzado los encuentros con víboras en la provincia de Burgos. Pero desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en Burgos no lanzan alerta por la presencia de estas víboras. Explican que «no atacan a las personas, simplemente se defienden si se sienten en peligro».

Por ello, desde Medio Ambiente recomiendan algunas pautas como «medida de precaución y muy fundamentalmente en esta época del año». Recomiendan llevar siempre calzado en el campo, preferentemente bota hasta el tobillo, evitando sandalias y chanclas. Se advierte que nunca hay que coger a estas serpientes con la mano, la mayoría de las picaduras se producen en estas circunstancias. Además, recuerdan que hay que tener precaución de no meter la mano o mover piedras sin comprobar antes que no hay nada.

Desde Medio Ambiente se recuerda, además, que «rara vez una picadura tiene consecuencias graves. No obstante, por seguridad, debe darse parte y aplicarse el antídoto». Desde la Junta indican que los centros de salud suelen tener antídotos para aplicar en estos casos, «acudiendo al centro o a través de urgencias o con el 112 seguro que todo el mundo es atendido».

Las amenazas para estas serpientes en la provincia de Burgos son los incendios y la eliminación de estos animales por parte de los humanos. Las repoblaciones forestales, con coníferas, crean extensas zonas de umbría que restringen el hábitat de estas especies y aumentan su tendencia a solearse en carreteras y pistas forestales, con el consiguiente riesgo de atropellos.

La víbora se diferencia de otras serpientes y culebras no venenosas por la cabeza triangular y por la pupila vertical. En caso de detectar una, se recomienda no acercarse a ella y llamar lo antes posible a la Policía. Las autoridades recuerdan que son especies protegidas y que no se las puede manipular. Debe ser un profesional quien la recoja y la deposite fuera del casco urbano.

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