Las cerraduras del bar municipal de Fuentelcésped han vuelto a amanecer vandalizadas. Tres meses después de que ocurriera por primera vez, los hechos se repiten. Aunque en aquella ocasión, la madrugada siguiente se volvieron a atacar los bombines. Es, por tanto, la tercera vez que se taponan con pegamento o silicona las cerraduras del bar municipal de este pueblo de la provincia de Burgos de unos 266 vecinos.
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El pasado 6 de marzo, Burgosconecta ya publicaba que las cerraduras del bar y otros edificios municipales habían sido taponadas. Fuentes municipales confirman que en la noche del viernes 7 de junio al sábado 8 han vuelto a ser atacadas. Las dos cerraduras del bar La Plaza han sido taponadas con pegamento y silicona.
«Lucía y David se las han encontrado así cuando han acudido a dar el servicio al pueblo», aseguran estas fuentes. Lo que lamentan desde el pueblo es también un ataque a dos personas que acudieron desde otro pueblo a prestar este servicio. Hace poco más de un mes que David y Lucía regentan este bar. Son una familia que estaba en otro pueblo de Burgos y se mudó a Fuentelcésped a vivir y regentar el bar municipal.
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«En este caso, especialmente, nos parece un acto más lamentable todavía porque se ha intentado atacar a las personas que regentan el bar municipal, una familia que ha apostado e invertido mucho dinero para dar un mejor servicio al pueblo. Luego lloraremos cuando no haya nadie que quiera hacerse cargo del bar y tengamos que tenerlo cerrado», explican desde el Ayuntamiento.
Como ya se hizo en las anteriores ocasiones, se ha vuelto a llamar a un cerrajero para solucionar el problema. «Volvemos a recordar que todos los gastos ocasionados en estos servicios se pagan con dinero público, dinero que nos gustaría invertir en otras cosas por y para el pueblo. Por culpa de estas personas tenemos que gastarlo en arreglar el vandalismo», lamentan desde el Ayuntamiento.
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El equipo de Gobierno del Ayuntamiento se reunirá en los próximos días para decidir cómo abordar el tema del vandalismo. En los últimos meses también han aparecido neumáticos con clavos, al menos unos 40 o 50 vecinos han sufrido estos percances. Como ya se comentó en el mes de marzo, cuando ocurrieron los primeros actos vandálicos, se instalarán cámaras de seguridad en edificios públicos, como los bajos del ayuntamiento que es donde está el bar.
«Debatiremos si se amplía al resto de edificios municipales que se han visto afectados por este tipo de altercados meses atrás. Nos parece lamentable tener que hacer esto en un pueblo con 250 habitantes, pero ya son casi 2.000 euros los que hemos tenido que invertir en arreglar el vandalismo sufrido en cambiar las cerraduras tapadas con pegamento», señalan fuentes municipales.
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