El viento, inesperado invitado en la jornada con más público de la historia de Sonorama

El día más multitudinario de la historia del festival, con la presencia de 35.000 asistentes, se vio trastocado con un retraso de hora y diez minutos sobre los horarios anunciados.

Algunos, los más optimistas, pensaron en eso de que lo bueno se hace esperar. «Es una medida que teníamos que tomar para que todos podamos estar más tranquilos y seguros», apuntaban fuentes de la organización.

El fuerte viento llevó a abrir las puertas del recinto más de una hora después de los previsto –las rachas ya se habían apaciguado– y con eso se vieron afectados los horarios de todos los conciertos. Previamente, el festival ya había tenido que actuar sobre la zona de acampada situada en el parque General Gutiérrez.

En coordinación con los bomberos, optaron por balizar algunas parcelas ante el riesgo de que se pudieran caer algunos árboles, tras el desplome de alguna rama. «Donde había árboles más viejos y secos, se ha delimitado hasta que pase el viento», confirmaban desde el festival. Una decisión tomada por «precaución». En sus redes sociales también informaron del desalojo de dos zonas del camping.

Con este cambio sobre los planes previstos, casi a las once de la noche, Amaia subía al escenario Ribera del Duero, en una actuación marcada por su conocida suavidad y dulzura. La pamplonica intercaló temas de su último trabajo, 'Cuando no sé quién soy', con canciones de éxitos anteriores. Le habían precedido en el escenario el ritmo fusión de Tu Otra Bonita, el rock alternativo de Rufus T Firefly y el indie irlandés de Kodaline.

El programa incluía después a La M. O. D. A. con la baza de jugar en casa y ser uno de los grupos más esperados del cartel. Hace apenas unos años, la entonces desconocida banda actuaba en un escenario perdido entre la zona de restauración, mientras que ahora se ha convertido en uno de los cabezas de cartel del 25 aniversario. Y la noche se presenta larga.

Todos los presentes, con los ojos puestos en uno de los mayores reclamos del momento, y que cuenta sus conciertos por éxitos de público y crítica, C. Tangana (que actuó cerca de la una). Algunos, única y exclusivamente, habían optado por acudir al festival para comprobar en persona el espectáculo.

A partir de ahí, queda una noche muy emotiva, ya que otro de los reclamos con parte de sorpresa es el concierto 25 aniversario, con canciones que han marcado la historia del festival en su cuarto de siglo de vida, interpretados por diversos grupos relacionados con la filosofía de Sonorama Ribera.

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