Un torreón medieval convertido en museo interactivo en Haza

Entre los muros de una torre del homenaje rodeada de murallas, que vivió momentos históricos en tiempos medievales, hoy se puede visitar un museo interactivo que interpreta parte de lo que fue en su día la Comunidad de Villa y Tierra de Haza. El Torreón de la localidad ribereña de Haza, poseedora de la declaración de Conjunto Histórico, se ha convertido en el mayor reclamo del proyecto 'Museos Vivos' que aglutina a 77 espacios expositivos en pequeños municipios del medio rural a nivel nacional.

Los restos de lo que en su día fue un castillo suman 6.644 visitas de las 41.800 que ha registrado el proyecto en global. Por lo tanto, se lleva casi un 16% del total.

El Torreón de Haza, al igual que el resto de 'Museos Vivos', está abierto los 365 días del año, durante 24 horas al día. Una propuesta singular que permite realizar las visitas de forma individual, independiente y gratuita, a través de un código de acceso que se consigue al hacer la reserva en una plataforma web. A las puertas de la torre, se ingresa la clave en el acceso.

A partir de ahí, las puertas se abren, las luces se encienden de forma automática en el interior y los elementos audiovisuales completan la visita sin la necesidad de tener un guía.

Entre las paredes del Torreón de Haza, el visitante recorre tres partes diferenciadas. «En la primera planta encontramos un análisis e interpretación de la torre y el conjunto fortificado. En la segunda se habla de la historia de los García de Haza, la vinculación señorial de la villa y el control y gestión del territorio en la época medieval, un territorio fronterizo», explica el alcalde de la localidad, Antonio Muñoz. Finalmente, en lo más alto y al aire libre, la torre techada permite, «aparte de contemplar una maravillosa vista, una interpretación del territorio a través de paneles».

En resumen, a lo largo de la ruta por la torre, el visitante puede sumergirse a través de estancias y pasadizos, en la historia de Haza y su castillo, partiendo de los orígenes en la alta Edad Media y su estrecha relación con el condado de Castilla y la frontera del Duero, entre los reinos hispánicos cristianos y musulmanes.

El torreón y Haza en general, impresiona a los visitantes por su belleza e historia, tanto en la cercanía como en la distancia. La localidad está situada en lo alto de un cerro sobre la vega fértil del Riaza, y es una de las joyas patrimoniales más destacadas de la provincia de Burgos. Se ubica a 910 metros sobre el nivel del mar y desempeñó un papel fundamental en la época de la Reconquista. En concreto, esta pequeña villa amurallada de la Ribera del Duero adquirió gran protagonismo en el año 912, época en la que fue repoblada por el conde Gonzalo Fernández, en tiempos del rey García I de León, en pleno avance cristiano.

De las murallas que rodeaban el cerro quedan importantes vestigios. En la parte sur, la mejor conservada, impacta la calidad de la fábrica a base de piedras labradas o sillarejos que conforman el muro. Por él, asoman las ventanas de las viviendas adosadas a la propia muralla en un equilibrio perfecto, así como la iglesia de San Miguel Arcángel.

El templo eminentemente gótico, guarda también algunos elementos románicos. Del románico conserva una portada ciega, del siglo XIII, situada en la fachada oeste, junto a la entrada actual, con un arco apuntado y doblado rodeado por un guardapolvo. Del templo gótico sobresale la portada en su costado de poniente, con arquivoltas apuntadas sobre finas columnas y capiteles decorados con hojas de parra, un guardapolvos remata el conjunto.

A todo ello se unen sus vistas. Desde el altozano del pueblo se puede disfrutar de una panorámica de la comarca Ribera del Duero.

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