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Un año más, Sonorama ha conseguido romper su récord de asistencia. El festival de Aranda de Duero cierra esta edición con más de 150.000 asistentes en cinco días de conciertos. El balance global de público refleja 10.000 personas más que hace un año, ... cuando se pensaba que el evento había tocado techo.
Asimismo, la cita ha conseguido mejorar los datos de repercusión económica previstos, que en el primer balance se sitúan en alrededor de 18 millones de euros. Cifra por la que también se situaría la repercusión mediática, que se ha visto incluso acrecentada por la reivindicación de la libertad de la mujer que reflejó Eva Amaral en su concierto sonorámico, cantando la canción 'Revolución' a pecho descubierto. Algo que ha convertido al festival y a Aranda en tendencia en medios de comunicación y redes sociales.
El director del festival, Javier Ajenjo, calificó la edición de este año como «importantísima», detallando que se ha contado con «una afluencia de público increíble que, a pesar de reducir la venta de abonos, ha crecido un poquito por la subida de entradas individuales de día». En esta línea, desveló que la cita ha contado con 35.000 personas los tres días principales del festival, la fiesta de bienvenida tuvo alrededor de 25.000 asistentes y la despedida se situó en los 20.000.
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En cualquier caso, Ajenjo apeló también a la necesidad de seguir evolucionando porque «creemos que podemos tener un festival mejor, más grande, más inclusivo, más sostenible». El directo de Sonorama consideró que se han mejorado muchas cosas en el recinto con respecto a las otras dos ediciones anteriores celebradas allí, en 2019 y 2022, pero insistió en la importancia de querer superarse.
«Seguimos aprendiendo, viendo multitud de fallos, cosas mejorables. El año que viene necesitamos implementar baños, aumentar espacios si es posible para que la gente esté más cómoda». En este sentido, adelantó que la próxima edición se trabajará para que haya dos zonas de acampada «independientes» para que los asistentes «puedan estar mejor, es uno de los retos importantes que nos hemos marcado de cara a la vigésimo séptima edición».
Ajenjo también tuvo palabras para los conciertos diurnos que celebra Sonorama en el caso urbano y esa simbiosis entre el festival y la ciudad anfitriona. «Esos conciertos mágicos en Aranda de Duero, el sitio donde hemos crecido, nacido, vivido, necesitamos que el festival siga siendo grande, pero humano y vamos a seguir luchando para ello», precisó.
Al respecto, añadió la importancia de «un pueblo se sienta vivo a lo largo de 365 días del año» y agradeció el comportamiento «increíble» de los miles de personas que han participado durante cinco días del festival arandino. Entre las cifras importantes del festival, el director de Sonorama también quiso incidir en la creación de empleo que supone el evento con la firma más de 1.300 contratos de trabajo.
De cara al futuro, Ajenjo insistió en que se comenzarán a dar los pasos para que la próxima edición vuelva a vivirse el mejor Sonorama, pero recordó que, antes, el festival tiene otras dos citas al otro lado del charco. «Esa ventana que abrimos hace diez años hacia Latinoamérica va a consolidarse en noviembre en Uruguay y en febrero en México de 2024, un salto cualitativo muy ilusionante para nosotros», concluyó.
El día después del gesto de Eva Amaral a favor de la dignidad femenina durante la canción 'Revolución', la cantante quiso comenzar su segundo concierto en Sonorama, esta vez en la plaza del Trigo, con ese mismo tema. El público motivado por el mensaje y la letra vibró más que nunca con la canción que estrenaba el repertorio seleccionado por el dúo para su concierto en el centro de Aranda. Eran las tres de la tarde cuando se anunciaba la sorpresa, aunque era algo más que un secreto a voces, ya que el grupo había compartido previamente un tema con Jordi Évole y Los Niños Jesús. Eligieron la canción 'Grita' de Jarabe de Palo para terminar el concierto del periodista, en el que hizo un recorrido por versiones de éxitos del pop y del rock. De esta manera, Amaral clausuraba el escenario de la plaza del Trigo hasta el año que viene. «Ha sido un regalo maravilloso la presencia de Amaral en un festival que defiende la música, defiende la igualdad, la normalidad, una serie de valores que a veces sentimos que se están perdiendo», alabó el director de Sonorama. Una vez cerrados a primera hora de la tarde los escenarios del centro de Aranda, el recinto se preparó para vivir su última noche. Los conciertos se ubicaron en los escenarios secundarios, por los que pasaron artistas como Niños Mutantes, Siloé, Rodrigo Cuevas, Natalia Lacunza y Kitai.
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