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Respondieron rápido a la llamada de socorro y lograron sacar de la parada cardiaca a un hombre tendido en el suelo. La intervención de dos agentes de la Policía Local de Aranda fue determinante a la hora de reanimar a un varón de 80 años ... que sufría un infarto este miércoles en la calle San Gregorio de la capital ribereña. Especialmente, la de Rebeca, una policía de 36 años que lleva trabajando algo más de dos años en la Comisaría arandina. Eran las 20:30 horas, cuando los dos agentes recibían un aviso desde la base policial. «Estábamos cerquita y a la mayor brevedad posible fuimos para allá. Íbamos a pie y, a mitad de camino, nos informaron de que se trataba de un infarto. Mi compañero volvió a la base a coger el Desfibrilador Automático (DESA) y yo eché a correr hacia donde estaba un grupo de personas requiriéndonos» detalla la agente.
Describe que, al llegar al lugar, había una persona tendida en el suelo, «tenía el rostro morado, estaba inconsciente y se observaba que estaba en parada cardiaca». En ese momento, no dudó y «le abrí la camisa y procedí a realizar las maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP), estuve varios minutos». Recuerda que llegó su compañero con el desfibrilador, «lo preparó todo y, en el momento que le íbamos a colocar el aparato, el hombre respondió. Abrió los ojos repentinamente, recuperó la consciencia y las constantes vitales y comenzó a toser. Para evitar el ahogamiento le colocamos en posición lateral, hasta que llegaron los servicios sanitarios».
En esta línea, Rebeca incide en que la intervención «fue tanto de mi compañero, como mía, cada cual tomamos un rol. El compañero fue a por el aparato y preparó el DESA, aunque no lo tuviéramos que utilizar. Las intervenciones son de los dos». Confiesa que tras la actuación «nos sentimos bien», en una labor en la que lograron «sacar a una persona de una parada cardiaca, con el agradecimiento de la persona que le acompaña, de los ciudadanos que estaban allí…».
En esta línea, incide en que se trata de «recompensas a nivel profesional, pero incluso más a nivel personal». La agente recuerda que una de las principales funciones de la Policía Local es «ayudar al ciudadano cuando lo requiera. El hombre fue remitido por los servicios sanitarios al Hospital Universitario de Burgos. «Estoy intentando informarme sobre su estado», afirma la policía.
Este tipo de actuaciones muestra la importancia de la formación de los agentes en materia de primeros auxilios. «Gracias a la Jefatura, hemos hecho formación sobre la utilización de desfibriladores y nos dotaron con varios aparatos que los tenemos en los vehículos y en la base. Como estábamos muy cerca de la Comisaria, cogimos ese aparato. Es muy importante».
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No es la primera vez que se da una situación de estas características en la localidad, según los datos facilitados por la Comisaría de Policía Local. En algo más de un año, se ha procedido a realizar reanimaciones en los Jardines de Don Diego y en un centro deportivo. También en domicilios. «Los compañeros hemos tenido más intervenciones de este tipo, pasa más en domicilios, gente mayor que se cae, intentos autolíticos… Hemos tenido más casos», confirma Rebeca.
En lo que llevamos de año 2023, la Policía Local de Aranda ha intervenido en 297 avisos por incidentes sanitarios, de los cuales el 80 % son en vía pública. Los motivos más numerosos son por caídas-tropiezos, mareos o síncopes, intoxicaciones etílicas con más casos en fin de semana, y accidentes domésticos. En varias ocasiones se ha intervenido por atragantamientos, así como en caídas en el interior de los domicilios, contando con el Servicio de Bomberos para la movilización y traslado de los enfermos, colaborando con los servicios sanitarios que acuden al aviso.
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