La jueza ve «proporcional» el confinamiento de Aranda y enmienda a su sustituto

En su resolución, incide en que el confinamiento en el periodo total de la incubación del virus, dos semanas, «constituye una media idónea para contrarrestarlo» y «necesaria para ralentizar su expansión, sin que ninguna otra menos restrictiva sirva con la misma eficacia».

Un argumento que entra en clara contradicción con el auto emitido el 7 de agosto por su sustituto, el titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 2, Óscar Luis Rojas de la Viuda, quien denegó los 14 días, reduciéndolos a siete prorrogables. El magistrado no consideró «adecuada» la solicitud «porque lo que debe intentarse por la Junta es identificar qué personas están infectadas e imponerles medidas individuales de confinamiento». Siempre poniendo el acento en que la necesidad de redoblar esfuerzos por parte del Gobierno autonómico en la localización y aislamiento de los positivos para que la medida de confinamiento decayera antes.

El tira y afloja no quedo ahí, ya que, una semana después, cuando la Administración solicitó otros siete días, el magistrado solo concedió una ampliación de tres debido a los «indicios de estabilización existentes». Previamente, dos días antes, había dado otro tirón de orejas a la Junta exigiendo aclaraciones a un informe de petición de prórroga que calificaba de «incompleto». El juez, en su auto del 14 de agosto, reducía la prórroga de siete a cuatro días, aludiendo al principio de «proporcionalidad y respeto a los derechos de los ciudadanos» que «exige que las medias sean las estrictamente imprescindibles para controlar la situación epidemiológica».

Pero su colega sí ve esa proporcionalidad «ante el riesgo incontrolado de contagios». En su auto recoge que la incidencia del virus en Aranda ha bajado a la mitad en una semana. Actualmente se constata una ratio de 511,32 contagios por cada 100.000 habitantes, frente a los 1.098, 73 por cada 100.000 de hace una semana. Pero la incidencia acumulada sigue siendo superior a la media del país (68,75 casos por cada 100.000 habitantes) y muy superior a la del resto de la comunidad, con 48,18 casos.

La situación de contagio comunitario «persiste», argumenta la jueza, y a ello se une el «notable incremento» de casos graves, con 18 personas hospitalizados en el Santos Reyes de Aranda, cinco de ellos confirmados en las últimas 24 horas y cuatro personas ingresadas en la UCI del Hospital Universitario de Burgos.

En el informe de la Junta se recoge el aumento en el número de casos, el 90% de origen familiar que están identificados, pero no controlados. Son «activos y abiertos», con casos «en expansión». Del total, 404 «no encuentran vínculo epidemiológico, lo que permite concluir razonadamente que hay contagio comunitario en expansión (desacelerada) y sin control».

Uno de los últimos focos se ha declarado en una residencia de Vadocondes, cerca de Aranda, con 44 positivos, cinco de ellos ingresados en el hospital y, de ellos, uno en la UCI. El foco se detectó cuando tres ancianos fueron ingresados por otras patologías y dieron positivo en el test. Como consecuencia se realizó la PCR a todos los residentes, todos positivos menos uno, que se encuentra aislado y pendiente de una nueva prueba. Nueve de los 25 trabajadores del centro están contagiados y uno ha tenido que ser ingresado en la UCI del Hospital Universitario de Burgos, informa Efe.