Evaristo Arzalluz deja la gerencia del hospital Santos Reyes de Aranda

Labores que llevaba a cabo desde la llegada de la pandemia, con altas retribuciones económicas debido a la carencia de profesionales sanitarios, y, según apuntan algunas fuentes, sin tener aprobada de forma expresa la compatibilidad.

Un asunto que llevaba circulando en el ambiente médico y político desde hacía meses, y que se ha desencadenado ahora, provocando su salida. Arzalluz recibe una remuneración anual de casi 60.000 euros por sus labores como gerente.

«¿Tiene conocimiento la Consejería y la Dirección General que hay algunos gerentes que, a parte de su trabajo directivo, están cobrando como médicos en centros de salud del propio Sacyl e incluso del propio hospital que dirigen? Hablo especialmente de hospitales comarcales», preguntó el procurador socialista Luis Briones en las Cortes Regionales durante la comparecencia de directora General de Recursos Humanos, María Teresa Barroso.

«Es un tema de compatibilidad o incompatibilidad y es tema de la Consejería de presidencia», contestó Barroso, añadiendo que, a pesar de ello, había remitido un escrito recordando a los afectados la «incompatibilidad de los puestos directivos para ejercer atención ordinaria o continuada». En este sentido, pidió que se denunciara en el caso de algún incumplimiento concreto.

Briones también se refirió a «algunos» directivos que boicotean la labor de la Junta de fidelizar a los médicos y especialistas para que permanezcan en los centros hospitalarios de la región.

«Cómo llamaría usted a un gerente o gerentes que a un especialista que tiene entre sus funciones la actividad quirúrgica le impiden operar, cómo llamaría a un gerente que muchas de sus funciones no se las deja desempeñar…», cuestionó Briones en otra de las preguntas a la directora General.

El malestar con la situación de la Gerencia de Aranda planeaba desde hacía tiempo en el ambiente político, debido a las guardias de atención primaria, a las quejas de algunos sindicatos y la vertiente mediática que había tomado Arzalluz convirtiéndose en un personaje con algunas opiniones polémicas que le ponían en el disparadero.