Escala la tensión política en Aranda con los presupuestos en el aire

El PP considera que el primer edil, que presidía dicha comisión, se «abalanzó en actitud violenta, amenazante y muy hostil», sobre el representantes popular al que «además amenazó en un claro abuso de poder, diciéndole: 'soy el alcalde, voy a llamar a la policía y te va a detener'». Por su parte, Linaje detalla que los representantes del Partido Popular y Partido Socialista se levantaron de manera «airada y vociferando» para abandonar la comisión y evitar la votación que dictaminara los presupuestos. En esta línea, el alcalde incide en que Sanz le profirió frases como: «No sé a qué aspiras, hijo». «Parece mentira, macho que seas el alcalde de Aranda». Explica que, ante es última alusión, «le conminó a guardar respeto» o llamaba a los agentes.

Todo ello, en el transcurso de una comisión donde se estaba procediendo a dictaminar las enmiendas presentadas por los grupos de la oposición, para después pasar al dictamen de la propuesta de presupuesto. En el foco de las desavenencias se encuentran dos informes contrarios emitidos por altos funcionarios jurídicos del Ayuntamiento. El oficial Mayor considera que sólo el alcalde tiene potestad para incluir enmiendas a la propuesta definitiva de presupuesto, mientras que la secretaria General defiende que las enmiendas dictaminadas favorablemente pasan a formar parte del presupuesto. Entre ellas, se encontraba una que suprime las liberaciones y puestos de confianza de las cifras municipales para 2024.

El primer edil, al someter a votación las propuesta sin incluir todas las enmiendas dictaminadas por mayoría, recibió como respuesta el abandono de la comisión por parte de los concejales del Partido Popular y el Partido Socialista, aludiendo a que la decisión era «ilegal» y pensaban denunciarlo ante la justicia. Finalmente, el presupuesto se quedó sin dictamen desfavorable, paso obligatorio para someterlo a una cuestión de confianza. Extremo que pretende plantear el gobierno municipal arandino desde su posición de minoría.

El Partido Popular ha pedido la dimisión del alcalde por su «actitud hostil y violenta». La portavoz popular, Cristina Valderas ha afirmado que su partido «no va a consentir una situación que empieza a correr el riesgo de normalizarse». Situación que, según Valderas, viven los concejales de todas las formaciones políticas de la oposición y algunos trabajadores municipales que son «objeto de desprecio y faltas de respeto».

Por su parte, el acalde cree que la actitud del PP y PSOE es una «cortina de humo» para desviar la atención del bloqueo al presupuesto municipal. Acusa a los dos partidos de intentar evitar que las cifras municipales se aprueben a través de una cuestión de confianza. Antonio Linaje ha incidido en que el equipo de gobierno no puede estar obligado a asumir unos presupuestos hechos por la oposición. Insta a estos partidos a que presenten una moción de censura y un proyecto conjunto de Alcaldía, si es que pretenden gobernar.