Es la mayor tradición de los arandinos en la Semana Santa, su acto más singular y no han querido que el confinamiento les dejara sin su singular Bajada del Ángel. Este año no ha sido en la fachada de la iglesia de Santa María, ... ni tampoco ha estado abarrotada de vecinos y visitantes, ni un niño o niña ha quitado el velo negro a la Virgen para anunciarle la resurrección de su hijo; pero la imaginación y la creatividad han propiciado unos actos muy especiales y aplaudidos.
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Los más afortunados, que viven en algunas de esas calles, han podido disfrutar en directo de una Bajada del Ángel reinventada por el estado de alarma desencadenado por el COVID-19. El resto, gracias a los vídeos grabados por el público hogareño. De ventana a ventana, ayudados por cuerdas, los arandinos han deslizado el huevo del que ha salido un muñeco, en varios emplazamientos, y con varias versiones, según gustos y posibilidades de material.
Como ya pasó con la procesión de La Borriquilla el domingo de Ramos, los incondicionales de los clicks de playmobil han tirado de nuevo de la originalidad y la maña para diseñar, en el interior de su hogar, una Bajada de Ángel protagonizada por esos muñecos en miniatura, a los que no les ha faltado el más mínimo detalle.
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Susana Gutiérrez
Susana Gutiérrez
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