Aranda logra reducir los contagios a 102 casos aunque mantiene la presión hospitalaria

La zona básica de salud más afectada sigue siendo Aranda Norte que, según los últimos datos facilitados por la Junta, contabiliza 59 positivos. Le siguen Aranda Sur con 27 y Aranda Rural con 16. Números que distan mucho de los cientos que llegaron a sumarse hace tan solo dos semanas. «Creo que la labor de rastreo y el trabajar sobre los casos y tener a todo el equipo de Atención Primaria centrado en contenerlo ha dado sus resultados», reconoce Eva Asensio, la coordinadora de esta área en el Ambulatorio Sur.

La correlación es clara, el tiempo de incubación del virus son 15 días y han sido los que ha tardado en remitir la incidencia de la covid entre la población. «En mi zona de salud hemos pasado de tener 30 positivos de golpe a tener tres», confiesa Asensio que asegura que continúan realizando un número muy elevado de PCR pero que «ahora la mayor parte salen negativas».

En cuanto a las labores de rastreo, también ha habido un descenso notable, «el número de personas a las que tenemos que llamar y aislar por cada positivo también se ha reducido bastante», señala. Para ello, el esfuerzo y concienciación de la ciudadanía ha sido un pilar básico, «si se cumplen las medidas, el número de contactos directos baja y eso facilita el trabajo y frena la expansión», admite. Además, durante los últimos días son muchos los vecinos que están arrojando resultado positivo en la segunda PCR pero, al haber cumplido con el preceptivo aislamiento desde la primera prueba, «no han contagiado a más gente».

Una labor titánica la del servicio de Atención Primaria, el primer muro de contención frente a la covid, que muchas veces es cuestionada por la ciudadanía. «Algunas personas al principio no entendían que tenían que quedarse diez días en aislamiento hasta realizar la segunda PCR y hacían vida normal pero, poco a poco, se nota que la gente se ha ido concienciando», declara Asensio.

En los últimos días, el covid car también ha disminuido su carga de trabajo. Si durante las semanas más duras de los rebrotes realizaba cerca de 180 PCR diarias, ahora se ha visto reducida a la mitad. «Ya no se llena como antes, porque estamos llamando a menos gente», admite Asensio. En la capital ribereña han sido los voluntarios de Protección Civil los encargados de este despliegue para testear a la población. «De forma desinteresada nos han facilitado mucho el trabajo», reconoce la doctora.

El objetivo de Atención Primaria es evitar que los enfermos lleguen al hospital o, lo que es lo mismo, que aumente el riesgo de que se desarrolle enfermedad grave por coronavirus. Por este motivo, aunque la mayoría de las personas que tienen la covid son asintomáticas, hay una elevada probabilidad de que, a más positivos, más ingresos se produzcan.

Al inicio de la transmisión comunitaria en la capital ribereña el Santos Reyes permanecía tranquilo pero a la espera de recibir pacientes. Una vez contenida la curva de expansión, la presión hospitalaria empezó a aumentar «porque a la semana del contagio normalmente es cuando se agrava la enfermedad en determinados pacientes». Por este motivo, este miércoles en el centro de Aranda hay todavía 17 personas ingresadas.

En cuanto al perfil de las personas que se encuentran en casa con resultado positivo, siguen siendo jóvenes en su mayoría y, como dato destacable, «hay bastantes niños pero son asintomáticos». En los meses más duros de la pandemia los contagios en menores de 20 años eran prácticamente inexistentes. Por eso Asensio anima a no bajar la guardia y a continuar cumpliendo con las medidas de seguridad, para evitar que se produzca un repunte que obligue de nuevo a tomar medidas drásticas.