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Tareas de desinfección en Gumiel de Izán BC

Resignación y precaución en las zonas rurales de Burgos que continúan en fase 0

Municipios como Gumiel de Izán llevan días sin casos de covid, pero deben respetar las medidas de confinamiento | Villarcayo y Salas han solicitado sin éxito pasar a la fase 1 y en Belorado mantienen las precauciones para no sufrir un repute de positivos

Gloria Díez

Burgos

Viernes, 15 de mayo 2020, 08:14

Con el inicio de la desescalada y el decreto de distintas fases para cada zona básica de salud de la provincia, muchos municipios de menos de 5000 habitantes siguen fuera de las ansiadas medidas de desconfinamiento de la primera etapa. Algunas de estas localidades llevan ... días sin arrojar nuevos casos positivos de covid-19 y muchos vecinos no entienden por qué no pueden retomar algunas actividades, motivo por el que los alcaldes de Villarcayo y Salas de los Infantes han solicitado el cambio de fase, con resultado negativo de momento. Eso sí, los regidores municipales coinciden en que prefieren prevenir antes que lamentar un repunte de casos.

La Ribera del Duero burgalesa continúa en fase 0. Fue una de las zonas a las que más tarde llegó la epidemia en la provincia, pero pronto se convirtió en un núcleo colapsado por los contagios. Lo saben muy bien en localidades como Gumiel de Izán, cuyo alcalde, Jesús Briones, se ha visto obligado a emitir un bando para recordar a los gomellanos la necesidad de actuar con responsabilidad y de poner en conocimiento de las autoridades la presencia de personas de fuera del pueblo. «Hemos tenido casos de gente que ha venido de fuera, de Madrid o Bilbao y no solo hemos avisado a las autoridades sino que los propios vecinos se lo han reprochado a esta gente de fuera», reconoce Briones.

Estos visitantes «no se lo toman bien» cuando son reprendidos pero Briones insiste: «Tienen que entender que no se puede viajar y yo tengo que defender a mis vecinos y a mis mayores». En Gumiel de Izán hay mucha movilidad, ya que cuenta con varias bodegas de producción y con varios habitantes que trabajan en alguna de las industrias de Aranda de Duero, lo que supone un riesgo de «entrada del virus al pueblo». Por eso el alcalde inisiste en la necesidad de cumplir con las medidas de higiene y seguridad y en advertir «las veces que haga falta» a aquellos ciudadanos que «se relajan con las normas».

«Creo que sí que estamos preparados para entrar en la fase 1, muchos vecinos me preguntan por qué no se pueden abrir los negocios pero yo les explico que no es solo cosa de que en Gumiel no haya contagios, porque pertenecemos a una zona básica de salud en la que aun hay positivos», declara Briones. Por su parte, el alcalde de Villarcayo, Adrián Serna, manifiesta su deseo de pasar a la fase 1, «estamos preparados, cumplimos los criterios sanitarios y hemos solicitado el cambio de fase ahora a ver si nos lo conceden».

Serna aclara que le gustaría que se atendiera, en municipios como el suyo, a criterios económicos aparte de los epidemiológicos: «Dependemos mucho de otras comunidades y para nosotros reabrir en julio o agosto supondría tardar el doble en recuperarnos económicamente y en recuperar empleos». No obstante, y aunque asegura que en general el comportamiento es correcto, también ha observado algunos incumplimientos de las normas de la fase 0 entre sus vecinos y cree que se deben a tres factores, «en primer lugar por cansancio de la gente, en segundo lugar porque sin tener contagios en Villarcayo y estando igual que en otros municipios, los vecinos no entienden que nosotros seamos fase 0 y otros ya fase 1 y, por último, el buen tiempo que ha hecho, que ha facilitado el salir más a la calle».

En su caso también han detectado la llegada de personas de fuera de la localidad, sobre todo del País Vasco, aunque indica que la Guardia Civil «ha hecho una gran labor» y que hay otras familias viviendo allí que se trasladaron antes del estado de alarma, «vinieron en cuanto acabó el colegio y algunos padres ya teletrabajaban o estaban en ERTE y llevan aquí dos meses, eso es totalmente legal», explica.

Desde Salas de los Infantes, que lleva siete días sin contabilizar ningún caso de coronavirus, no entienden por qué no pueden avanzar a la fase 1 de desescalada. «Pensamos que deberíamos pasar, no solo porque no ha habido contagios en Salas, es que tampoco los hay en ninuno de los pueblos de la comarca», asegura el alcalde, Paco Azúa. Los salenses, según el regidor, «están tranquilos» y se muestra satisfecho con el cumplimiento de las medidas porque, «salvo alguna excepción, las respeta el 99% de la gente».

Azúa insiste en la importancia de la hostelería para la economía de Salas: «Aquí todo el mundo está esperando retomar la actividad, aunque solo sea en las terrazas y es que no habiendo ningún enfermo tenemos todos los puntos para pasar el examen», concluye.

En Belorado, siguen en la etapa 0 y cumpiendo con las medidas de confinamiento más estrictas. El regidor, Álvaro Eguíluz, ha observado que algunos vecinos «se están relajando», algo que entiende porque son «muchos días de aislamiento». Sin embargo, asegura que no se debe bajar la guardia y desde el Ayuntamiento no han cesado de lanzar mensajes de concienciación, para lo que han hecho un uso destacado de las redes sociales.

En su caso, también se han visto obligados a dirigir un vídeo a los más jóvenes, «los que más se están saltado las normas en el pueblo», de entre 15 y 18 años apelando a la responsabilidad y al respeto de las medidas. En este sentido, Eguíluz reconoce que «viendo cómo se comporta determinada gente, no estamos preparados para entrar en la fase 1», aunque es prudente: «Prefiero acatar los criterios técnicos y sanitarios que garanticen la seguridad». En cuanto a los vecinos del municipio, el alcalde señala que «mantienen un ánimo positivo y ganas de superar esta fase, aunque algunos creen que esto ha terminado y no es así». Por eso apela a la prudencia y a seguir respetando las normas.

Vídeo. Vídeo del Ayuntamiento de Belorado dirigido a los jóvenes.

En cuanto a la afluencia de personas de otras ciudades o de otras comunidades autónomas, Eguíluz indica que no han tenido ese problema, «sí han venido al los huertos que tienen por aquí vecinos de otras localidades, pero no ha habido afluencia como en otros sitios de gente de fuera, así lo confirma la Guardia Civil y yo al menos no tengo constancia», concluye.

Las zonas rurales piden que no se les compare con la situación que se vive en ciudades más grandes o en capitales de provincia y, aunque lo más importante es garantizar la seguridad, solicitan que se atienda a otros criterios aparte del sanitario. Porque los «pequeños pueblos» pueden tardar aún más tiempo en recuperar su economía y los pocos jóvenes que quedan podrían marcharse obligados por las circunstancias, dejando aún más solitaria esa «España vaciada».

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