La quinua en Burgos, alternativa a los cereales tradicionales que no termina de despegar pese a sus buenas características

Juan Carlos Sierra, de Cilleruelo de Abajo, es uno de los pocos agricultores de Burgos que se dedica a la quinua. Sierra es agricultor y en un determinado momento, buscando rentabilidad y una alternativa al monocultivo del cereal, se interesó por la quinua, se informó sobre el cultivo y se puso en contacto con agricultores de quinua de Navarra. «Ellos fueron los que me proporcionaron la semilla y después he ido conociendo el cultivo con la práctica».

Este 2020 sembrará en regadío unas cinco hectáreas de esta planta. Este es el tercer año que plantará quinua y, hasta ahora, ha sembrado en secano. se pasará al regadío porque da más producción, o eso es lo que espera este agricultor burgalés. Los cultivos que más ha trabajado este agricultor son el cereal, las leguminosas, garbanzos, lentejas y continúa con ellos pero quería diversificar, probar otras plantas. Cuando comenzó con la quinua se tuvo que informar y formar porque reconoce que no ha recibido mucho asesoramiento, «he tenido que ser autodidacta aunque como más aprendes es con la práctica».

Tras varios años plantando quinua, reconoce Sierra que el suelo burgalés sí es bueno para este cultivo, «no solo necesita regadío también puede ser un secano fresco. En la comarca de La Bureba también están buscando cultivos alternativos al trigo. En regadío la alternativa puede ser el máiz. La quinua se busca como cultivo alternativo a esos cereales que siempre se han plantado por estas zonas burgalesas», explica este agricultor. Estos días ha comenzado con la siembra y el producto se recogerá en octubre porque el cultivo tiene un ciclo de unos 120 o 150 días.

Uno de los principales problemas que encuentran los agricultores de quinua en la provincia es que no hay centros de selección cerca pero Sierra explica que han encontrado una seleccionadora en Castilla y León. Para eliminar las malas hierbas de la quinua hay que pasarla por una máquina de color que deja solo lo que es la planta que se quiere. «A la quinua también hay que quitarle la saponina, un compuesto que contiene de forma natural y le da amargor», explica. Una vez que Sierra selecciona la quinua se puede vender y comer directamente, «para quitar la saponina basta con lavar y enjuagar. En los supermercados se encuentra procesada y sin procesar».

El principal problema también es la venta, se buscan grandes cantidades y para comercializarla debe estar limpia. En algunas plantaciones de regadío se mezcla con el genijo que entra en la cosechadora.

La experiencia con este cultivo anima a Juan Carlos a seguir plantando quinua, «es una planta resistente aunque los hielos le afectan mucho, por eso se siembra en abril o mayo, y seguimos buscando variedades que se adapten mejor». Lo que este burgalés recomienda en nu buscar una rentabilidad inmediata, «querer contratos nada más empezar es imposible. Al adentrarte en un cultivo nuevo la seguridad no está garantizada desde el primer momento pero yo he apostado por ir ganando rentabilidad».

Sierra espera obtener, con el cultivo en regadío, unos 15.000 kilos. Hay que señalar que en regadío puede ser más productivo pero también conlleva más gastos que en secano.

Para tener más fuerza, presencia y visibilidad, agricultores de quinua de Burgos están trabajando para conformar una asociación que se llamará ABUQuinoa. Sierra explica que, en un principio, será una asociación de agricultores de quinua de Burgos y, después, buscarán expandirse a nivel regional.