El proyecto vía verde Santander-Mediterráneo se para en Oña por una finca

El proyecto de convertir el trazado del antiguo ferrocarril Santander-Mediterráneo en vía verde en más de 60 kilómetros en Burgos se encuentra truncado y parado en Oña por la oposición de los propietarios de una finca privada al trazado previsto, ha denunciado el grupo Ecologistas en Acción.

El portavoz del grupo ecologista, Luis Oviedo, ha dirigido preguntas al CEDER Merindades, de donde surgió el proyecto, y al Ministerio de Medio Ambiente, que lo financia con fondos europeos FEDER.

Las obras se pararon en 2010, tras la polémica con los propietarios de una finca, adquirida por algunos empresarios años antes para un gran centro de turismo de ocio que no se llegó a construir y las obras de la vía verde se pararon, en parte por la crisis económica.

Sin embargo, cuando se proyectó la reanudación en 2018 las obras comenzaron en varios puntos, pero no en esa finca de Oña.

Oviedo ha explicado a Efe que los terrenos sobre los que se proyecta la vía verde son de ADIF, la Agencia de Infraestructuras Ferroviarias, y los propietarios de la finca no parece que aporten ninguna razón técnica para obligar al desvío de su trazado, más allá de que «no les apetece que pase por su finca, aunque ese terreno concreto no es suyo».

El portavoz ecologista estima que el desvío supondría un sobrecoste importante en el proyecto, aunque también un retraso difícil de calcular, dado que requeriría construir dos pasarelas sobre el río Oca, en una zona declarada Lugar de Interés Comunitario (LIC), donde habitan varias especies protegidas.

Cree que, aún en el caso de que se asumiera el sobrecoste, se requeriría un nuevo Estudio de Impacto Ambiental y un informe favorable de la Confederación Hidrográfica del Ebro que, seguramente, sería difícil de obtener, ya que se trata de una zona 'inundable'.

«Lo que no puede ser es que la administración se pliegue a uno o unos propietarios de fincas, por más influyentes que sean, sin más razones», ha concluido Oviedo.