Los primeros grandes grupos de recolectores de setas ya han causado desastres en la comarca de Pinares

José Luis Vázquez, alcalde de Regumiel de la Sierra, confirma que la producción está siendo «buena aunque no sabemos lo que durará». Alguna tormenta caída sobre lo alto del monte ha sido positiva. Si continúan los días húmedos y la temperatura no baja mucho y no hiela, esto ayudará a que sigan brotando estos manjares del bosque.

Pero estas buenas noticias en cuanto a producción se ven empañadas por sucesos, por desgracia, habituales en la comarca burgalesa de Pinares. Algunos vecinos de Regumiel, cuando se les pregunta por la campaña micológica, la primera palabra que usan es «desastre», algo que sorprende cuando la producción no es mala. Después ya explican el porqué, con las primeras fructificaciones de hongos han llegado los primeros grandes grupos de foráneos que llegan a recoger setas en enormes cantidades.

«El fin de semana pasado ya llegaron muchos en varias furgonetas y, como siempre pasa, dejaron el monte sucio con latas y bolsas de plástico», lamenta un vecino. Igualmente, otro añade que no solo es la suciedad en el bosque y cómo lo esquilman, «también se trata de que los verdaderos aficionados temen venir. Vas por el monte y los oyes vocear, van en grupos y muchos los temen. Esos aficionados sí dejan dinero en el pueblo porque se toman algo, comen aquí, ese turismo sí interesa y por esta gente que viene a coger setas sin control se disuaden».

La pasada campaña no hubo problemas reseñables con estos grupos porque la producción micológica fue escasa pero este año, que hay más humedad, sí han acudido ya hasta, al menos, la comarca pinariega.

Y las primeras denuncias de la campaña micológica ya han llegado. En la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos se han registrado 23 denuncias en lo que va de temporada. Son las mismas que se tramitaron en toda la campaña de 2018, lo que es una muestra de lo mala que fue. En el 2017 se tramitaron 40 expedientes en toda la provincia.

Pero desde la Junta confirman que no se ha tenido que levantar ningún campamento ni actuar contra ningún gran grupo de recolectores.

En la zona de Regumiel reconocen estar molestos, «oyes que en otros sitios, mismamente en la vecina provincia de Soria, se desmantelan campamentos, se decomisan setas y se paralizan vehículos, aquí nada». El regidor de Regumiel también resalta las quejas de los oriundos cuando han querido ir a poner alguna denuncia al cuartel de la Guardia Civil de Quintanar de la Sierra, «este fin de semana, cuando hemos querido a poner una denuncia o avisar de que estos grupos estaban por ahí recogiendo con bolsas, ensuciando y creemos que sin permiso, nos hemos encontrado con un cartel que nos indicaba un número de teléfono de Aranda de Duero».

También apuntan los vecinos que apenas han visto agentes forestales por los bosques, a lo que el alcalde de Regumiel señala que ya se ha puesto en contacto con Montes de Soria, asociación a la que pertenece el Ayuntamiento de Regumiel y que gestiona la recolección de setas en sus montes. El regidor ha puesto en su conocimiento estos problemas y se han comprometido a que la sección de Burgos tome las mismas medidas que lo que se está haciendo en la vecina zona de Soria.

Regumiel de la Sierra y Canicosa de la Sierra, al igual que otros pueblos de las comarcas conocidas como Montes de Oca, Demanda San Millán o Valle de Mena, se encuentran dentro del Micocyl, el programa de micología de Castilla y León, una iniciativa promovida por la Junta de Castilla y León, diputaciones y más de 230 municipios de la región. Este sistema regula con un sistema solidario de permisos de recolección estos montes y se encarga, entre otras acciones, de regular la recolección y la comercialización de los hongos y setas silvestres y comestibles.

Además, otros pueblos regulan la recolección con ordenanzas municipales que también estipulan el permiso que los interesados en recoger setas deben sacar, su precio y vigencia.