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El mes de julio ha dejado sombras y luces en el patrimonio burgalés, aunque por desgracia más de lo primero que de lo segundo. En este periodo, dos monumentos de la provincia, la iglesia de San Miguel de Tamayo y la ermita de la Blanca de Hoyuelos de la Sierra, han entrado en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra, mientras que uno, el Castillo de Santa Gadea del Cid, ha pasado a formar parte de la Lista Verde, el elenco de la misma organización compuesto por los inmuebles en los que ha desaparecido o reducido el riesgo por el que fueron incluidos en la relación de alerta.
La incorporación más reciente a la Lista Roja fue la iglesia de San Miguel de Tamayo, una pequeña localidad dependiente del Ayuntamiento de Oña, que entró el pasado 26 de julio. El monumento se abandonó en la década de los 60 del siglo pasado, cuando el pueblo sufrió una importante pérdida de población.
«Aún está en pie, pero no hay nada», declara el alcalde de la villa oniense, Arturo Luis Pérez, que recuerda que sacaron un retablo dedicado al santo que da nombre al inmueble y se trasladó a la capital municipal Ahora la situación es mucho peor que hace medio siglo. A día de hoy residen dos personas, según comenta el regidor.
Pérez señala que en el pasado hubo dudas sobre la propiedad de la iglesia. «Unos decían que pertenecía al pueblo, otros al Obispado», manifiesta. Aunque a la hora de la verdad, ni estos ni aquellos han mantenido en buen estado el edificio, que actualmente presenta un estado deplorable con pintadas incluidas y cuyo origen Hispania Nostra data entre los siglos XIII y XIV.
Pese a su mala conservación, San Miguel cuenta aún con una nave principal y una portada gótica, que se combinan con estilos artísticos posteriores. La fachada lateral derecha presenta elementos renacentistas de la decimosexta centuria y un escudo de don Juan Díaz del siglo XVII. No obstante, la asociación que promueve la Lista Roja no es muy optimista: el tejado se deteriora de manera progresiva y alertan de que existe riesgo de desaparición y de derrumbe.
En el Año Europeo del Patrimonio, la provincia de Burgos ha generado más cambios en la Lista Roja en los tres ejercicios anteriores juntos, tanto para lo bueno como para lo malo. En el lado negativo, aparecen las tres entradas (San Félix de Oca el 14 de mayo, Ermita de la Blanca el 13 de julio y San Miguel de Tamayo el 26 de julio); por el contrario, también figuran las dos salidas hacia la Lista Verde (San Clemente de Huidobro el 8 de junio y Santa Gadea del Cid el 25 de julio).
En el último caso, Hispania Nostra explica que la restauración ha rehabilitado la muralla, que estaba excesivamente deteriorada, ha saneado la mampostería y ha limpiado la maleza de la fortaleza. Con esta inclusión, Burgos aporta siete monumentos a la Lista Verde. Los dos que han entrado este año se suman a la iglesia de San Pedro de Albacastro, la ermita de Castrorrubio o de San Martín de Sandoval de la Reina, la iglesia de San Cosme y San Damián de Encío, el monasterio de San Antón de Castrojeriz y la iglesia de San Sebastián de Quintana del Pino.
Por último, recordar que existe una Lista Negra, que recoge todos los bienes que han sido retirados de la Lista Roja al haber desaparecido o haberse alterado sus valores esenciales de manera irreversible. En esta relación, Burgos no aporta ningún inmueble. Y que así siga siendo durante muchos años.
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
José A. González y Álex Sánchez
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