Ovidio Campo, hospitalero de Burgos y presidente de la Fundación San Antón. Eduardo Margareto

Ovidio Campo considera un «auténtico disparate» que se haga en autobús el Camino de Santiago entre Burgos y León

El hospitalero burgalés y presidente de la Fundación San Antón afea a quienes deciden subirse a un autobús de Burgos a León porque eliminan el fundamento de una experiencia «tan trascendental» como es la ruta jacobea

Martes, 11 de octubre 2022, 16:53

El hospitalero burgalés y presidente de la Fundación San Antón, Ovidio Campo, defiende que Castilla es «la esencia» del Camino de Santiago, el tramo «más espiritual y de mayor recogimiento», de «auténtica hospitalidad tradicional y cristiana» de toda la ruta jacobea entre Roncesvalles y ... Compostela. «¿Quién ha dicho que a su paso por Castilla es duro y aburrido? Desde luego, esta no es una reflexión de un peregrino», cuestiona Campo, quien afea con estas declaraciones a la Agencia Ical a todos los caminantes que deciden subirse a un autobús entre Burgos y León porque eliminan el fundamento de una experiencia «tan trascendental»: «Es un auténtico disparate».

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Campo, experto conocedor de la ruta y admirado por los que han realizado el Camino, señala que un «peregrino no se aburre, ni le parece duro esto o lo otro, sino que cuando decide echarse la mochila al hombro, su mente está en otra dimensión muy diferente a la normal y desde luego no tiene espacio para estas disquisiciones».

«No hay más que leer los centenares de relatos de auténticos peregrinos. Todos coinciden en la maravillosa experiencia que les ha producido el tránsito por Castilla, esa 'Ancha Castilla' que definió Antonio Machado y que invita a la soledad y al silencio», centró Campo, quien profundizó en el tramo más significativo, a su juicio, del Camino Francés: San Antón-Castrojeriz- San Nicolás.

Relata que se trata de 15 kilómetros que «sintetizan» la experiencia global de la peregrinación desde Roncesvalles a Santiago de Compostela. Así, desgrana que las ruinas del convento de San Antón «a ningún peregrino le dejan indiferente, tanto por su grandeza y espectacularidad, como su hospitalidad, donde desde hace veinte años se ofrece cama, cena y desayuno sin contraprestación económica alguna, manteniéndose exclusivamente a base de los donativos que libremente dejan los peregrinos y visitantes».

Al salir se observan por delante tres kilómetros por carretera hasta Castrojeriz, «pueblo caminero por excelencia» donde se encuentra «arte, patrimonio, cultura, historia, gastronomía, etc.» A partir de ahí, subida al Alto de Mostelares, «eso sí con algo de esfuerzo, pero desde su cima se puede tocar el cielo y ver esos campos inmensos, donde se pierde el horizonte». Y al bajar, prosigue Campo, el peregrino se encuentra con la ermita de San Nicolás, «otro claro ejemplo, de los contados albergues, que se mantiene a base de donativos y donde pasar una velada es una experiencia inolvidable».

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«Esto es parte de la Castilla acogedora, amena, distinta y sobre todo hospitalaria, esencia del Camino de Santiago», subraya el hospitalero, quien envía un mensaje a aquellos que dudan entre si caminar o no por esta tierra: «No hay Camino sin Castilla».

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