Una nueva borrasca dejará nevadas y congelará los termómetros en Burgos

Protección Civil ha activado la alerta por fenómenos adversos de todo tipo (aguaceros, nevadas, bajas temperaturas y vientos) en todo el conjunto de Castilla y León, mientras la CHD vigila la situación de los ríos. En Burgos merecen especial atención el Arlanza, en aviso amarillo por crecidas a su paso por Lerma y Peral y el Duero y sus afluentes en Aranda, que ya han inundado las riberas.

Junto con la nieve, se prevén precipitaciones intensas en forma de lluvia en el Sistema Central y sur de Castilla y León, por lo que se espera que continúe el episodio de avenidas en los cauces a lo largo de varios días.

Todas las previsiones apuntan a que, a partir de la medianoche de este jueves, el tiempo cambiará drásticamente respecto a las temperaturas suaves de los últimos días para dejar paso a un ambiente gélido que se prolongará hasta el domingo.

A partir de esta tarde se espera que continúe el aguacero, que se intensificará a medida que avance la madrugada ya del viernes para dejar previsiblemente los primeros copos de nieve del año en Burgos capital, fruto del descenso drástico de las temperaturas durante la mañana.

Se prevé que hasta el lunes las máximas no superen los cinco grados en Burgos capital, con mínimas de -6 grados, en Aranda de Duero alcanzarán -7 grados el sábado de madrugada y no pasarán de 8 de máxima y en Miranda de Ebro el mercurio oscilará entre -4 y 10 grados.

La Agencia de Protección Civil recomienda evitar los desplazamientos por carreteras próximas a zonas críticas en las próximas horas, y en caso de tener que hacerlo, se aconseja consultar previamente su estado en los portales de la DGT o de la Junta de Castilla y León o en el teléfono de información 011.

Se recomienda además circular con el depósito al completo, con cadenas o neumáticos de invierno y no olvidar un teléfono con la batería completamente cargada, ropa de abrigo y algo de comida y bebida.

Desaconsejan también la práctica de actividades al aire libre en esas zonas montañosas y extremar la precaución con los sistemas de calefacción de las viviendas, en especial aquellos alimentados mediante combustible vegetal, como leña o cisco, para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono .