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La amenaza de la vespa velutina, el avispón asiático, ha perdido fuerza y amenaza menos las colmenas del norte de Burgos que la araña varroa. Así lo estiman la vicepresidenta de la Asociación de Apicultores de Burgos, Yolanda Martínez, y el profesional Ángel Nava, apicultor. ... Tras la alerta que desde hace más de diez años han lanzado los apicultores, la varroa es «más peligrosa» para las colmenas que la especie invasora.
El clima burgalés no favorece que se reproduzca y crezca la colonia de velutinas y, «aunque es verdad que ha crecido mucho». Es bastante peor la varroa «que la avispa asiática». A la invasora no le favorece el ecosistema norteño y el peligro que acechaba desde que entró hace una década por el norte, «no es tal».
Es cierto que habrá años que «se desarrolle más que otros y es un problema terrible en la cornisa cantábrica», pero por el momento en la provincia de Burgos el problema es menor. La cuestión es que «sí las hay porque el otro día retiraron un nido en el mismo ayuntamiento de Espinosa», reconoce Martínez.
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En este sentido Nava ha recordado que al ver el tamaño de la invasora y de sus enjambres y el ruido que hacen, el color que tienen, «la gente se pueda asustar». Es más. En Espinosa, el retirado del Ayuntamiento no es el único nido. Hay otro en el pueblo «que va a haber que moverlo», ha apuntado.
La varroa es una araña que provoca la varrosis que, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación es «la enfermedad de distribución mundial que más daños ocasiona a la apicultura».
El Gobierno de España ha informado de que se trata de una «acariosis externa causada por el ácaro» citado. Su acción es demoledora porque «afecta tanto a la cría como a las abejas adultas».
Los daños que produce no sólo devienen de su acción expoliadora, sino también porque favorece la aparición generalizada de infecciones víricas y bacterianas, tanto en la cría como en las abejas adultas.
En España y resto de la Unión Europea, tiene un carácter endémico, siendo la única enfermedad apícola que obliga a un tratamiento sistemático de las colonias de abejas para mantener las tasas de parasitación por debajo de umbrales dañinos.
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