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Aurora Nacarino-Brabo es nueva en estas lides. Bueno, lo es en parte, ya que a pesar de no haber ostentando jamás un cargo electo, lleva trabajando para Ciudadanos en el Congreso de los Diputados tres años. Lo suyo, según afirma, es la «cantera». Pero ... ahora le ha tocado dar un paso al frente con el objetivo de obtener un escaño por Burgos, un objetivo que la formación naranja no consiguió cumplir hace cuatro años. Entre referencias a Spiderman y a su pasado familiar en Covarrubias, la politóloga y periodista cuela en su discurso la lucha contra la despoblación y las políticas económicas de Ciudadanos, con la intención de «poner a Burgos en el centro».
- Su elección como candidata pilló a más de uno por sorpresa y, a pesar de su origen burgalés, otras formaciones han tardado poco en tildarla de 'cunera' o 'paracaidista'.
Mi familia, tanto la materna como la paterna, es de Covarrubias, aunque ahora tenemos la casa en Retuerta. Yo vengo de trabajar tres años en el Congreso de los Diputados, que es el lugar donde luego vamos a defender los intereses de los burgaleses. Yo llevo a gala decir que soy de la cantera. La ejecutiva me propuso, dijeron que pensaban que podía hacerlo bien y me lo tomo como un reconocimiento a tres años de trabajo.
-Pero hasta ahora, su trabajo en Ciudadanos se basaba en estar en una segunda fila. Dar el paso a ser cabeza de lista no es un reto menor.
Como decía Spiderman, un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
-¿Y nervios?
Estoy segura de que la gente que tiene más tablas no pierde ese punto de nervios. En el momento en el que te relajas es cuando puedes cometer errores. No me relajo ahora y espero no relajarme cuando lleve mucho tiempo en esto.
-Hace ahora cuatro años, Ciudadanos se quedó a las puertas de obtener un escaño por la circunscripción de Burgos. Entiendo que el objetivo es lograrlo en esta ocasión, pero ahora parece incluso más complicado que entonces, ¿no?
Nosotros estamos con confianza. Creo que sacaremos el escaño. Salimos a ganar y estoy segura de que si hacemos un buen trabajo, los ciudadanos nos lo agradecerán el día de las elecciones.
-Hablemos de Burgos. ¿Cuáles son a su juicio los problemas más importantes que arrastra la provincia?
La última encuesta sobre preocupaciones de los burgaleses decía que el empleo era la principal preocupación. Es verdad que si miramos los datos de paro de Burgos y los comparamos con los de otras provincias, no son muy altos, pero es un dato que engaña. El paro no es demasiado alto porque la gente se tiene que ir, porque no hay oportunidades. Tenemos que ser capaces de buscar oportunidades, sobre todo para los jóvenes que se tienen que ir, para frenar la pérdida de puestos de trabajo en la industria, que es muy importante. Nuestras empresas tienen muchas dificultades para poder competir, sobre todo en el norte, debido al llamado 'efecto frontera' con el País Vasco, donde las empresas tienen beneficios fiscales.
Además, el problema no es solo el desempleo, sino la calidad del empleo. La precariedad sigue siendo muy importante y preocupa sobre todo a los jóvenes. Nosotros vamos a poner sobre la mesa medidas para combatir la precariedad. La primera de ella es acabar con los contratos temporales. No queremos que haya trabajadores de primera y de segunda. Creemos que todos los contratos debe ser indefinidos.
-¿Eso significa modificar radicalmente la normativa laboral?
Significa que hay que hacer desaparecer los contratos temporales. El PSOE creó esta figura en los años 80, pero lo cierto es que se ha demostrado que introduce una gran desigualdad en el mercado laboral. Y además, va a más. 9 de cada 10 nuevos contratos son temporales y precarios. Además, es como un acordeón. Se estira mucho en épocas de crecimiento, pero cuando llegan mal dadas, se destruye de la misma manera y son los trabajadores precarios los que se van al paro, fundamentalmente jóvenes y mujeres.
-En los últimos meses se ha hablado muchos sobre despoblación. ¿Cuál es su apuesta en este sentido?
La despoblación ha entrado muy fuerte en la agenda política. Aquí estuvo Albert Rivera hace un par de semanas presentando el plan nacional contra la despoblación. Hemos planteado que esta sea una cuestión de Estado y hemos tendido la mano a otros partidos para que podamos firmar un gran pacto nacional contra la despoblación. Los datos son demoledores. Cada hora perdemos cinco habitantes en nuestros pueblos y eso requiere medidas que no pueden esperar más.
-Hace cuatro años, Ciudadanos se presentó con dos ideas sobre la mesa: suprimir las diputaciones y unificar municipios. ¿Siguen en esa idea?
Sobre esto se ha tergiversado mucho. Nosotros creemos que los ayuntamientos tienen que tener libertad para decidir si quieren fusionarse con otros ayuntamientos. Eso no significa que queramos que desaparezcan, significa que los ayuntamientos que crean que juntos van a ser más fuertes, tengan libertad para hacerlo. Y que aquellos que consideren que conservando su autonomía conseguirán ofrecer mejores servicios a los pueblos, también lo hagan.
Y sobre las diputaciones, lo que tenemos es que los viejos partidos las han convertido en chiringuitos, en auténticas agencias de colocación de amigos y familiares. Lo que no puede ser es que de cada 10 euros de una diputación, a los pueblos estén llegando dos. Eso significa que estamos perdiendo ocho por el camino. Lo que no puede ser es que casi la mitad del presupuesto de una diputación se vaya a pagar a personal que son enchufados o amigos. Lo que queremos es que el cien por cien del dinero que gestionen las diputaciones llegue a los pueblos.
-Hablemos de infraestructuras. ¿Cuáles son las prioridades desde el punto de vista de Ciudadanos?
Al final, se basa en atender a las necesidades de los burgaleses. Por ejemplo, nosotros conseguimos desde el Parlamento Europeo, a través del eurodiputado Javier Nart, que se retiraran los peajes de la Ap-1. El PP y el PSOE se quieren poner muchas medallas al respecto, pero lo cierto es que los peajes se retiraron por iniciativa de Ciudadanos a pesar de que ni siquiera tenemos un diputado por Burgos en el Parlamento. También venimos reclamando la apertura de los accesos que faltan.
Pero hay otras infraestructuras, como el Ave, que es un tema sangrante. Iba a llegar en 2009 y nos vamos a ir a 2021. La A-73 sigue sin terminarse, al igual que la A-11 o la A-12 y tantas otras cosas.
-Usted suele decir que quiere poner a Burgos en el centro. Más allá del eslogan, ¿qué significa?
Cuando uno enciende los medios, nunca se habla de los problemas de los burgaleses. Se habla de Torra, de Puigdemont, de Otegi, de quienes son los socios de Sánchez, pero nunca de los problemas de los burgaleses.
-Pero Ciudadanos también habla de Torra, Puigdemont, Otegi...
Claro. Hay que hablar de Cataluña, pero también hay que hablar de Castilla y León y de Burgos. Hay que hablar de infraestructuras, de telecomunicaciones, de la banda ancha que no llega, de despoblación, de sanidad, de educación. Todo eso tiene que estar también en la agenda. No puede ser que solamente los intereses de un territorio estén presentes en la agenda nacional.
-Al hilo de esto, parece que los problemas de los territorios con un 'ADN no nacionalista' se diluyen un poco al pasar Somosierra.
Sí. Creo que, en este país, quien no llora no mama. Y creo que los burgaleses y los castellanos han llorado poco, y como han llorado poco, parece que el Estado, las administraciones, las instituciones y los partidos políticos pueden permitirse el lujo de abandonarles. Nosotros estamos aquí para decir que no. El primer acto de precampaña de Albert Rivera fue aquí, en Burgos, y fue para anunciar un plan nacional contra la despoblación. Es una declaración de intenciones. Queremos que Burgos esté en la agenda.
-Uno de los principales retos de Castilla y León en general y de Burgos en particular es la mejora de la financiación local. ¿Cuál es la línea de Ciudadanos en este sentido?
El problema es que cuando se habla de financiación es porque hay algún chantaje de los partidos nacionalistas y el PP y el PSOE tienen la necesidad de hacer cesiones a ese chantaje. Lo que hemos defendido siempre es que no haya desigualdades territoriales. A nosotros, en Burgos, nos hace mucho daño el cupo vasco. Creemos que el cálculo del cupo vasco tiene que ser transparente, justo y solidario. Al final, se trata de defender la igualdad entre españoles. Nadie, por haber nacido o vivir en un territorio, debería tener privilegios sobre otros. Me preocupa mucho cuando oigo a Daniel Lacalle, el nuevo gurú económico del PP, decir que su modelo de financiación territorial es un cupo generalizado, es decir, 17 cupos. Se ha hecho un cálculo y con ese modelo, Castilla y León perdería un 15% de su financiación actual. Eso no es admisible.
Nosotros tenemos un paquete de políticas contra la despoblación muy importante. Lo que queremos es ayudar a las empresas, quitar un poco la carga impositiva para que puedan crear empleo. En España tenemos un problema de fragmentación empresarial. Nuestras empresas son muy pequeñitas y lo que hay que hacer es ayudarlas a crecer, quitándole la losa de los impuestos, y que sean más competitivas.
-¿Cree que el 'pucherazo' de las primarias autonómicas puede pasar factura a Ciudadanos?
Yo estoy muy orgullosa de pertenecer a un partido que celebra primarias, que da importancia a la democracia interna. En Ciudadanos hemos realizado más de 300 procesos de primarias y solo se ha producido una incidencia en uno de ellos. Y se resolvió en cuestión de horas. Se detectó rápidamente, se corrigió inmediatamente y se proclamó al legítimo vencedor de esas primarias, que es Paco Igea, el mejor candidato a presidir la Junta de Castilla y León. Donde no hay incidencias es en los partidos que no celebran primarias, como pasa en el PP, o en el PSOE, donde se celebran primarias, pero luego llega Sánchez, barre a los ganadores y pone a sus candidatos.
-¿Ya se ha resuelto?
Hay una investigación en marcha y nosotros lo único que podemos hacer es no interceder, no presionar y dejar trabajar en esa línea. Lo que toca en una campaña es hablar de los problemas de los burgaleses.
-Ciudadanos siempre ha hecho bandera de la regeneración política, pero en los últimos meses ha cerrado varios fichajes de personas provenientes de otros partidos. ¿No es un tanto incongruente?
Clemente nunca ha estado en las filas de Ciudadanos, simplemente se le habilitó desde la Ejecutiva para que participara en un proceso democrático interno. Y perdió.
-No solo me refería a Clemente. Hay otros fichajes.
Por supuesto que ha habido fichajes en la precampaña electoral. Siempre estamos abiertos a la incorporación del talento. Me da igual que ese talento venga de otros partidos o de la sociedad civil. En este sentido creo que hay un cierto sectarismo. Parece que uno es de un partido político para siempre. Hay veces en que para no cambiar de ideas hay que cambiar de partido. El otro día tuvimos un gran acto en Madrid en el que estuvieron tres de estos fichajes que no vienen de potros partidos, pero que pueden aportar mucho a este país, como son Sara Giménez, una referente absoluta de la igualdad y de los derechos del mundo gitano; de Edmundo Bal, cesado por Sánchez de la Abogacía del Estado por defender la Constitución en Cataluña; y Marcos de Quinto, que ha llegado a lo más alto a lo que puede llegar una persona en el mundo empresarial. Y todo eso sin olvidarnos de la cantera del partido.
-Una cosa está clara. Las mayorías absolutas son cosas del pasado y todo hace indicar que los bloques políticos también lo son. ¿Con quiénes pactarían? ¿Hay alguna línea roja?
Ciudadanos ha sido el único partido que ha sido capaz de superar ese sectarismo y pactar entre bloques. Es capaz de tender la mano a la izquierda y a la derecha. Lo hemos hecho en Andalucía y en Madrid y lo seguiremos haciendo. Lo importante es que seamos capaces de garantizar la estabilidad. Ciudadanos es una garantía de estabilidad, de que no hay bloqueo político, que no nos condenamos a la repetición electoral. Siempre vamos a tender la mano a aquellos partidos que tengan un proyecto para España y no contra España, como hace el señor Sánchez.
-Acaba de descartar un posible socio.
Creemos que Sánchez se tiene que ir a la oposición. A Sánchez ya le echaron de su partido por intentar lo que después hizo, que es pactar con los separatistas, con Bildu y Podemos. Me gustaría que el PSOE volviera al consenso constitucionalista, pero creo que con Sánchez no es posible. Nosotros vamos a defender siempre pactos desde el centro, la moderación y el consenso que dejen fuera el chantaje de los nacionalistas.
-Sin el PSOE y los nacionalistas, apenas quedan posibilidades para los pactos.
Creemos que hay una alternativa posible. Lo hemos visto en Andalucía. Allí, después de 40 años de gobierno socialista, Ciudadanos ha sido el partido que más ha crecido y el que ha posibilitado la alternancia en el poder, que era una cuestión de higiene democrática, y a la vez es un gobierno construido desde la moderación que deja fuera las opciones populistas. Ese es el modelo que quiero para España.
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