Los usuarios de Valkiria posan junto a la trabajadora social y la educadora social C.M.

Valkiria: Fomentando las capacidades de las personas con discapacidad

Enrique Ruiz Olalla, Francisco Ferreira y Mónica García han encontrado su punto de unión en torno a Valkiria, una asociación de Miranda de Ebro destinada a la atención de personas con discapacidad intelectual y a sus familias

Celia Miguel

Burgos

Sábado, 3 de diciembre 2022, 08:50

La inclusión de las personas con discapacidad en nuestra sociedad ofrece aún un amplio margen de mejora. Promover su participación en todos los ámbitos de la vida, inclusive el laboral, contribuye a fomentar su desarrollo personal y su autonomía, motivo por el cual no sorprende ... el hecho de que la ONU conciba su inclusión como «condición esencial para el respeto a los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad».

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Este sábado, 3 de diciembre, se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad en aras de promover sus derechos y concienciar sobre su situación.

Porque lo cierto es que, a pesar de que buena parte de las personas adscritas a este colectivo están capacitadas para el desarrollo de múltiples tareas, escasas son las oportunidades que se les brindan.

A día de hoy, solo un tercio de las empresas españolas recurren a la mano de obra de las personas con discapacidad que, con frecuencia, quedan marginadas de la vida política, social, económica e incluso cultural.

Por eso la labor desarrollada por entidades como Valkiria, una asociación mirandesa sin ánimo de lucro destinada a la atención de personas con discapacidad intelectual, así como a sus familiares, resulta fundamental para ofrecer amparo y potenciar las capacidades de quienes recurren a sus servicios.

Actualmente trabajan en tres áreas diferentes, divididas en función del grado de discapacidad de sus usuarios. Así, el área de estimulación y apoyo estaría enfocada a quienes presentan una discapacidad más elevada, el centro de trabajo protegido, a quienes poseen una discapacidad media, y el centro especial de empleo, a las personas con una discapacidad más baja.

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Enrique Ruiz Olalla, Francisco Ferreira y Mónica García son tres de los usuarios adscritos, respectivamente, a cada una de las áreas descritas. Cada uno de ellos tiene una historia particular que, en cualquier caso, confluye en la idea de que todas las personas, con o sin discapacidad, han de ser tratadas con respeto.

Enrique, un joven autista, amante del dibujo y la escritura

Enrique recurrió a Valkiria porque, al parecer, tenía dificultades para comunicarse con otras personas. «Prefería estar en casa y no quería salir porque me gustaba estar pensando en mis cosas», explicaba este joven con autismo y discapacidad intelectual.

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Sin embargo, el apoyo recibido en la Asociación le ha ayudado notoriamente a expresar de forma oral el mundo interior que antaño solo reflejaba a través de sus textos y dibujos. Y es que Enrique es a ojos de sus compañeros un verdadero artista.

Los usuarios de Valkiria trabajan en la elaboración de los adornos navideños que venderán en la Feria de Navidad C.M.

Le gusta escribir y dibujar a lápiz, motivo por el que dedica buena parte de su tiempo de ocio a la creación de dibujos inspirados en los personajes de numerosas películas, series y videojuegos; así como a escribir multitud de relatos fantásticos que idea minuciosamente con su creatividad y una libreta como principales herramientas. A pesar de que aún no se plantea la posibilidad de publicar su obra porque teme no tener tiempo «para estar con amigos o trabajar en otras cosas», no descarta la idea de hacerlo en un futuro.

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Por el momento, Enrique ocupa su rutina en Valkiria —donde ha sido el artífice de buena parte de los dibujos incluidos en la postal navideña que el Ayuntamiento de Miranda ha encargado a la asociación—, y también en el resto de sus pasatiempos: el cine y el gimnasio.

La vida de Francisco con un 40% de discapacidad

Francisco estaba en edad escolar cuando le detectaron una discapacidad intelectual del 40 por ciento. «Al principio no lo quería asimilar, pero luego lo vas llevando y la verdad es que yo me considero una persona normal», reconocía Ferreira.

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Lo cierto es que Fran —el diminutivo por el que todos le conocen— lleva una vida de lo más corriente. Aunque ahora trabaja exclusivamente en Valkiria, ha ejercido de carpintero durante muchos años. Esto le permitió la independencia económica suficiente como para gestionar por su cuenta los gastos domésticos del día a día.

En efecto, este chico de treinta y nueve años vive independizado de sus padres y tiene una novia estable con la que celebrará su tercer aniversario el próximos 14 de febrero. Ella, que también tiene discapacidad intelectual, permanece bajo la tutela de su madre y, pese a que esto impide el matrimonio entre ambos, Fran lo respeta. «Como todas las parejas, con o sin discapacidad, tenemos nuestros altibajos, pero las cosas se arreglan porque hablando se entiende la gente», apostillaba.

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La historia de superación de Mónica

Mónica tiene un 39 por ciento de discapacidad, trabaja como jardinera en el centro especial de empleo integrado por una plantilla mayoritariamente de personas con discapacidad, y está ahorrando para comprarse un piso de cara a inicios del 2023.

Su caso es especialmente doloroso porque ha sido plenamente consciente de la crueldad con la que a veces los seres humanos tratamos a otras personas. Durante su infancia sufrió acoso escolar por no cumplir las expectativas académicas que el sistema educativo determinaba y, sobre todo, por la gran falta de concienciación sobre la situación de las personas con discapacidad.

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Arriba, miembros de Valkiria realizan adornos y decoraciones navideñas para vender en el mercado. Abajo el fruto del su esfuerzo C.M.

«Lo pasé fatal porque, como me veían la niña más tonta, me pegaban o me insultaban y, claro, he vivido con muchos miedos», confesaba García. Pero todos esos miedos ya quedaron atrás. Ahora goza de su trabajo en un entorno inmejorable y colabora en Valkiria demostrando que «poco a poco también somos capaces de aprender muchas cosas».

Valkiria, volcada en el mercado navideño

Muchas son las actividades y proyectos propuestos tanto por Myriam García como por Raquel Gutierrez, la trabajadora social y la educadora social de Valkiria, para potenciar las capacidades de sus usuarios.

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Actualmente están volcados en el mercado navideño que el próximo fin de semana se celebrará en Miranda de Ebro. Dispondrán de una caseta donde venderán adornos y decoraciones navideñas elaboradas por todos los chicos que acuden a Valkiria para trabajar en sus habilidades y disfrutar de buena compañía. No en vano, si algo tenían claro tanto Enrique, como Francisco y Mónica es que en Valkiria han encontrado un apoyo fundamental para sus vidas.

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