La Policía Local de Miranda reclama un «acuerdo justo» frente a la alcaldía

La Policía Local de la ciudad del Ebro continúa demandando un «acuerdo justo», y dada la «tremenda dejadez» que dicen percibir por parte de la corporación municipal, una buena representación de la plantilla de agentes decidió personarse este viernes, 15 de diciembre, en una nueva sesión plenaria para, haciendo uso del turno de palabra que, pese a las vicisitudes iniciales, les fue concedido, plantear sus demandas de viva voz.

«No entendemos cómo desde este Ayuntamiento se incumple reiteradamente la legalidad (…) ni cómo podemos permitir que no se haya abierto una comisión de investigación a la jefatura». Así de contundente iniciaba su turno de palabra uno de los dos agentes con voz en el pleno.

Respaldado tanto por sus compañeros de plantilla como por la oposición representada por el Partido Popular, durante tres minutos tendría la oportunidad de exponer a la corporación en su conjunto el conflicto aún vigente en el seno de la Policía Local. No obstante, dado que «en tres minutos es imposible trasladarlo al completo», el agente optó por enfocar sus planteamientos en torno a la cuestión de la jefatura; un asunto que también copó buena parte del discurso del otro agente implicado en la palabra.

«Ya no es que nuestro jefe no aporte, sino que nos hace zancadillas», lamentaban aludiendo, por ejemplo, al rechazo de un nuevo vehículo que podría mejorar una flota envejecida donde, tal y como criticaban, ni siquiera el desgaste de la serigrafía es reparado. Sin embargo, más allá de las cuestiones materiales, los agentes sostienen que el verdadero problema radica en la relación entre el cuerpo y la jefatura.

Mientras que el primero denunciaba percibir «una sensación de absoluta libertad por parte e la jefatura para actuar en contra de los intereses de los trabajadores», el segundo apostillaba que «se hace difícil ir a trabajar». La apertura de varios expedientes disciplinarios contra determinados agentes habría encendido aún más un conflicto candente, aunque, a su juicio, lo realmente preocupante es que «está siendo la corporación la que le está definiendo y la que está permitiendo que continúe con este tipo de acciones».

Por lo demás, tal y como han señalado en diversas ocasiones, los reclamos «son básicos»: la sustitución a demanda de la uniformidad cuando está rota o desgastada, la realización de las dos prácticas anuales de tiro que dictamina la ley, o el cumplimiento de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que el propio Consistorio publica en su portal de transparencia y que especifica un total de 57 efectivos policiales; una cifra alejada de la menguada plantilla de la que, por el momento, dispone la comisaría de Miranda.

Concluidos los seis minutos de intervenciones, el portavoz de Izquierda Unida-Podemos Guillermo Ubieto —ahora teniente de alcalde en el equipo de Gobierno— quiso responder a las demandas de los agentes reconociendo ser «sensible a la situación por la que está atravesando este conflicto y la plantilla».

Asimismo, transmitía su «compromiso de trabajar por una solución satisfactoria», y solicitaba «confianza» en una corporación en la que el partido predominante en su representación, el PSOE, no quiso dar respuesta —al menos «en este foro», tal y como expresaba Miguel Ángel Adrián, el primer teniente de alcalde—, a las demandas expuestas por la Policía Local.