Miranda volverá a respirar tras días de calor sofocante

Miranda de Ebro por fin se despedirá del calor extremo. Tras varias jornadas de asedio térmico, quizá más propio de otras latitudes, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) desactivará este jueves, 1 de agosto, el aviso amarillo que desde hace días alerta de las excesivas temperaturas en la ciudad burgalesa. Una circunstancia que en la jornada del martes elevaba el mercurio hasta los 39° y que este miércoles propiciaba una máxima de 37°.

Sin embargo, de acuerdo con las últimas previsiones, este fenómeno pronto podría comenzar a remitir, conforme la masa de aire cálido que irrumpió en Miranda a través del Valle del Ebro comience a desplazarse hacia el este. Y si bien todavía permanecerá el calor en tierra mirandesa, lo cierto es que este ya no será extremo. Para este jueves, en concreto, se pronostica una temperatura máxima de 30° y una mínima de 17° bastante distantes de los 23 de la madrugada del lunes.

Las noches tropicales han sido, sin duda, uno de los mayores inconvenientes que ha enfrentado la población en tanto que los aires acondicionados en las viviendas particulares no constituyen la norma en estos lares. Es por eso por lo que desde el Consistorio local se ha promovido una campaña de información y concienciación «con el fin de tratar de prevenir y mitigar los efectos negativos que el calor excesivo puede tener sobre la salud de la ciudadanía, especialmente en los grupos de riesgo o más vulnerables».

Beber mucha agua, hacer comidas ligeras o evitar la práctica deportiva al aire libre en las horas centrales del día constituían algunas de las sugerencias planteadas desde el Ayuntamiento. Recomendaciones que en muchos casos se han seguido a rajatabla a tenor del aspecto de las calles que, nuevamente, sufrían el éxodo hacia las piscinas municipales.

No obstante, el calor dará una tregua a la ciudad del Ebro. Tras una jornada de jueves más propia del verano norteño, con máximas que no rebasarán los 30º, el viernes las máximas descenderán hasta los 25º acompañadas de una precipitación matutina en forma de chubasco. Y la lluvia, siempre bien recibida en tiempos de escasez, contribuirá a suavizar el ambiente ante un nuevo ciclo de calor que, con inicio en el sábado, se postula más propio de un verano cualquiera en Miranda de Ebro.

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