Homenaje a Flora Villarreal, la diseñadora mirandesa que vistió a la Duquesa de Alba

A pesar de que fue reconocida en su momento por colegas de profesión y respaldada por una clientela que incluyó a conocidas aristócratas y celebridades internacionales como Grace Kelly o Ava Gardner, el nombre de Flora Villarreal no ha trascendido en la cultura colectiva.

Así pues, con el objetivo de situar a Flora Villarreal entre las grandes figuras de su época y visibilizar su obra, la Fundación 'Profesor Cantera Burgos' organizó ayer, 2 de noviembre, una conferencia en torno al nombre de quien podría considerarse una de las mirandesas más célebres. Concha Herranz, conservadora del Museo del Traje de Madrid, fue la ponente y encargada de transmitir los conocimientos sobre Flora Villarreal, una modista de merecida fama.

Nacida en Miranda de Ebro en el seno de una familia de tradición ferroviaria, desde pequeña mostró dotes para la costura y el diseño, motivo por el que no tardó en despuntar en la industria de la moda. Con veinticuatro años se mudó a Madrid para montar su propio taller en el piso en el que vivía, pero tras la Guerra Civil, el aumento de la demanda propició su traslado a unos grandes salones de la entonces llamada Avenida del Generalísimo donde comenzó una exitosa trayectoria.

A diferencia de los grandes modistos españoles, se dedicó tanto a la reproducción de la Alta Costura francesa como al diseño de modelos de creación propia. Y precisamente, ese fue el acierto de su firma, registrada con la etiqueta «VILLARREAL». «Tuvo la idea excelente de proporcionar a la aristocracia y a las grandes celebridades del momento trajes de la moda francesa que entendían a la perfección la etiqueta tan complicada que había en aquellos años», explicaba Herranz.

También sobresalió por sus propias creaciones cuyos precios llegaron a ser tan elevados como los de los grandes maestros del momento. Coetánea de Pedro Rodríguez y Cristóbal Balenciaga, fue la responsable del diseño y la confección del primer vestido de novia que vistió a la Duquesa de Alba, incluido en la exposición 'Mujeres de Blanco' del Museo del Traje. Y lo cierto es que Flora Villarreal supo entender las necesidades de la sociedad del momento que, sin dudarlo, la respaldó a lo largo de su trayectoria.

Tras el cierre de la empresa derivado de su retirada profesional en 1968, «el nombre de flora Villarreal se conservó exclusivamente en la memoria de sus clientas, que guardaron como auténticos tesoros aquellos trajes que con tanta satisfacción habían vestido». Gracias a ellas, así como a las aportaciones de la familia e incluso de una antigua trabajadora del taller, el Museo del Traje de Madrid pudo elaborar una biografía sobre esta mujer que todavía en 2004 resultaba una incógnita.

«Todos nos preguntábamos quién era Flora Villarreal», apuntaba Herranz. Afortunadamente, hoy ya podemos decir que, gracias a la labor divulgativa del Museo del Traje, buena parte de la ciudadanía mirandesa que ayer se acercó a la Casa de Cultura para asistir a esta conferencia organizada por la Fundación Cantera, ya puede dar respuesta a aquella pregunta. El nombre de Flora Villarreal vuelve a sonar en la ciudad que vio nacer a esta artista.

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